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El papa León XIV reveló su temor más grande respecto a las guerras del mundo y a un evento conflicto bélico a nivel global en el marco de la escalada de los bombardeos en Medio Oriente entre Israel e Irán y el simbolismo del choque entre Rusia y las potencias de occidente en su ofensiva contra Ucrania.

En el marcado de su oración del Ángelus, el líder del Vaticano lanzó un urgente llamado a la comunidad internacional para que se ponga fin a los conflictos del mundo en particular en la zona de franja de Gaza que escaló a toda la región. "El sufrimiento de la población civil corre el riesgo de ser olvidado", sentenció.

¿Cuál es el mayor temor del papa León XIV sobre la guerra mundial?

El referente de la santa sede pidió "que las armas no sofoquen el grito de la humanidad" y con esta fuerte afirmación remarcó que su miedo más fuerte es que la escalada del conflicto bélico y las decisiones políticas de los líderes en guerra tapen los deseos y la vida de las personas involucradas.

El líder del Vaticano puntualizó en su especial preocupación por la situación en Irán, Israel y Palestina: "Se suceden noticias alarmantes desde Medio Oriente, especialmente desde Irán"

"La urgencia de un apoyo humanitario adecuado es cada vez más apremiante", señaló León XIV.

Fuente: ShutterstockErreRoberto

"Hoy más que nunca, la humanidad clama e invoca la paz. Es un grito que exige responsabilidad y razón, y no debe ser sofocado por el estruendo de las armas ni por palabras retóricas que incitan al conflicto", sentenció el papa nacido en Estados Unidos.

¿Qué dijo el papa León XIV sobre la Tercera Guerra Mundial?

León XIV recordó que no existen conflictos "lejanos" cuando la dignidad humana está en juego. "Cada miembro de la comunidad internacional tiene una responsabilidad moral: detener la tragedia de la guerra, antes de que se convierta en un abismo irreparable", apuntó el pontífice.

El jefe del Estado vaticano puntualizó en que "la guerra no resuelve los problemas, al contrario, los agrava y causa heridas profundas en la historia de los pueblos, que tardan generaciones en cicatrizar".

"Ninguna victoria armada podrá compensar el dolor de las madres, el miedo de los niños, el futuro robado", sentenció.

El Papa concluyó urgiendo la acción de las potencias: "¡Que la diplomacia haga callar las armas! ¡Que las naciones tracen su futuro con obras de paz, y no con violencia y conflictos sangrientos!"