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Aerolíneas Argentinas tomó la decisión de suspender preventivamente la operación de ocho aeronaves Boeing 737-800 luego de que ayer se registrara una nueva falla técnica en un motor durante el vuelo AR1526, que cubría la ruta entre Aeroparque y Córdoba.
El incidente, que ocurrió poco después del despegue, obligó a la tripulación a desviar el avión, que llevaba más de 160 pasajeros, hacia el aeropuerto internacional de Ezeiza, donde aterrizó sin complicaciones y los pasajeros desembarcaron con normalidad.
Según informó la compañía este jueves, la tripulación actuó siguiendo los protocolos de seguridad establecidos para este tipo de situaciones, que forman parte del entrenamiento recurrente que reciben tanto pilotos como tripulantes de cabina. Sin embargo, lo que resultó determinante para la medida preventiva es que este constituye el cuarto suceso de características similares registrado en el último año con un mismo tipo de motor.
Un incidente con los propulsores
Los propulsores involucrados en estos incidentes son fabricados por CFM, una empresa conjunta entre GE Aerospace y Safran Aircraft Engines, y todos presentan un tipo específico de componente que estaría causando las fallas.
Por este motivo, la compañía decidió apartar del servicio ocho avionesequipados con motores del mismo fabricante y con características idénticas a los que han presentado problemas, poniendo el foco exclusivamente en los propulsores y no en otros elementos de las aeronaves.
La situación resulta particularmente llamativa porque el mantenimiento de todos los motores operados por Aerolíneas Argentinas cumple estrictamente con las verificaciones indicadas por sus fabricantes. De hecho, CFM recomienda una revisión exhaustiva al alcanzar los 17.200 ciclos de operación, contando cada ciclo como un aterrizaje y un despegue. Ninguno de los motores que registraron fallas estaba cerca de alcanzar ese umbral de mantenimiento.
Ante esta situación, la compañía solicitó una opinión técnica al fabricante antes de reincorporar estos equipos al servicio. Simultáneamente, se requirió el criterio de otras aerolíneas de la región que operan aeronaves con esta misma motorización y que han experimentado sucesos similares. Las autoridades regulatorias locales fueron notificadas y actualmente trabajan en conjunto con la empresa para establecer un criterio de resolución.
El incidente, que ocurrió poco después del despegue, obligó a la tripulación a desviar el avión, que llevaba más de 160 pasajeros, hacia el aeropuerto internacional de Ezeiza, donde aterrizó sin complicaciones
Desde Aerolíneas Argentinas enfatizaron que la medida refleja el compromiso de la compañía con la seguridad operacional, criterio que quedó reafirmado en la última auditoría IOSA -Auditoría de Seguridad Operacional de la IATA- realizada durante 2024.
La decisión de suspender preventivamente estas aeronaves fue adoptada en el plenario del Comité de Seguridad de la compañía, con participación de sus máximas autoridades.
