Luis Suárez, el futbolista uruguayo acusado de morder a un adversario, enfrenta no sólo el fin de su Copa del Mundo sino también la ira de sus auspiciantes.
La FIFA ayer abrió un procedimiento disciplinario contra Suárez por haber supuestamente mordido al defensor italiano Giorgio Chiellini durante un partido de la primera ronda del Mundial que se llevó a cabo el martes en la ciudad de Natal, Brasil.
La FIFA tiene la facultad de prohibir a Suárez participar de partidos internacionales por hasta dos años, o 24 partidos. Algunos oficiales de la FIFA dijeron que consideran que el incidente es serio, lo que sugiere que probablemente la sanción sea impedirle jugar otro partido en el Mundial.
El organismo rector del fútbol no tiene la facultad de imponer una prohibición para el fútbol nacional, pero la federación inglesa de fútbol (FA) puede tomar sus propias medidas si el jugador violó normas durante partidos organizados por la FIFA.
Las acusaciones contra Suárez llevaron a 888 Poker, el grupo de apuestas online, a anunciar que está revisando seriamente su relación con el delantero de Liverpool de 27 años, que dos veces antes fue sancionado por morder a jugadores adversarios.
Suárez fue contratado por 888 Poker como embajador de la marca hace sólo dos meses, pero la compañía señaló que no tolerará ningún comportamiento antideportivo.
Adidas, el grupo de indumentaria deportiva que usa a Suárez para vender botines, informó que esperará al resultado de la audiencia disciplinaria y luego verá qué hace.
En 2013, Adidas advirtió a Suárez sobre su conducta después de que mordió al defensor del Chelsea Branislav Invanovic en un partido de la Premier League, y fue suspendido por 10 encuentros. Suárez también recibió una sanción de siete partidos como jugador del Ajax en 2010 por darle un mordisco a un adversario del PSV Eindhoven.
Aparentemente, el incidente no fue detectado por el referí del partido, pero la FIFA cuenta con el video como evidencia. Al referirse al mordisco, Chiellini dijo al canal de televisión Rai de Italia: Fue ridículo no haber expulsado a Suárez. Fue claro.
En su versión del incidente, Suárez afirmó a la televisión uruguaya: Estábamos los dos justo ahí adentro del área, él me pechó con el hombro de él, así me quedó a mí el ojo también. Estas son cosas que suceden en la cancha y no deberíamos darle tanta importancia.
Suárez es uno de los delanteros más prolíferos, y se esperaba que se hiciera acreedor de un cuantioso pase si el Real Madrid y otros grandes clubes europeos intentan comprarlo este verano.
Hizo 40 goles para su selección nacional en 78 apariciones y ayudó a que su club Liverpool quede segundo en la Premier League inglesa con 31 tantos en 33 partidos.
Suárez está familiarizado con la polémica. Ganó notoriedad en la Copa Mundial de 2010 cuando su mano impidió un tanto contra Uruguay en momentos decisivos del partido de cuartos de final contra Ghana. Fue expulsado, pero luego cuando el delantero ghanés Asamoah Gyan erró el penal, Suaréz lo festejó salvajemente desde afuera de la cancha. También fue suspendido por ocho partidos y multado en 2011 por supuestos insultos racistas a Patrice Evra, defensor del Manchester United.
