

Creada por científicos que no viven dentro de un tubo de ensayo
A comienzos de 2003, la imagen de Barbarita, la nena tucumana que lloraba de hambre, mostró la cara más dolorosa del derrumbe de la Argentina. Mientras el país se conmovía, un grupo de científicos del Cerela - Conicet (Centro de Referencia para Lactobacilos) en Tucumán, no se quedaron con los brazos cruzados. “La desnutrición a la vuelta de la esquina nos hizo cuestionar y replantear nuestro rol como investigadores. Trabajando en la elaboración de alimentos funcionales, conociendo las cepas beneficiosas para la salud, no podíamos quedarnos encerrados en nuestros laboratorios , dice la doctora Graciela Font de Valdez, directora del proyecto ganador en Innovar 2009. Así nació “Yogurito , una bebida con lactobacilos, cuya principal innovación no reside en sus propiedades benéficas (eleva las defensas del organismo, al igual que el Actimel y la leche Sancor Bio), sino en su concepto solidario y de inclusión social, ya que no fue concebida para ser comercializada. “Empezamos a trabajar en 2003, convocando a
médicos, nutricionistas, gente de desarrollo social y pymes de la provincia. Llegamos a ser más de 100 personas en este proyecto, que resultó paradigmático porque se unieron un organismo de investigación, el Estado y las empresas para crear un alimento único y solidario , destaca. En 2007, con las pruebas de inocuidad y eficacia terminadas, empezó a repartirse en las escuelas en forma gratuita, y tuvo una excelente aceptación. “Además de los efectos esperados, en los chicos que tomaron el producto disminuyó la parasitosis, así que estamos encarando estudios en ese sentido , dice Font de Valdez. El año pasado, la bebida fue incorporada al plan alimentario provincial y 50.000 niños la consumen. El Yogurito es elaborado por una pyme láctea, Cerros Tucumanos, bajo supervisión y transferencia tecnológica de los técnicos de Cerela. “El proyecto se podría replicar en todo el país, y se puede producir a bajo costo y a escala local, ya que es un desarrollo adaptable a cualquier tipo de leche, incluso de cabra u
oveja , destaca la científica.










