

Cuando hace unos años traté de vender a las editoriales un “libro accesible sobre economía , me topé con una difícil tarea, porque creían que una obra con esas características era una contradicción. La economía quizás sea útil, pero definitivamente es aburrida. Pensaban que los economistas eran personas que hablaban sobre si las tasas de interés subirían o bajarían pese que no tenían la certeza de lo que sucedería.
Los productores de televisión, desesperados por lograr alguna visualización del tema, hacían que los presentadores se pararan bajo la lluvia frente al Banco de Inglaterra. No por nada Thomas Carlyle la bautizó para la posteridad como la ciencia “lúgubre .
En vano les aseguré que la gente que compró libros de Simon Schama y Richard Dawkins también se interesaría por textos sobre economía, si la asignatura fuese presentada de la manera correcta.
En menos de una década todo eso cambió. Si uno quiere un libro sobre economía para llevar a la playa, hay mucho de dónde elegir en los kioscos de los aeropuertos. Lo que se ofrece allí se divide en tres categorías.
Dos libros inauguraron la revolución. Malcolm Gladwell inventó la categoría que yo llamo “Thump (golpe). Estos libros toman una única idea estrafalaria y machacan sobre ella mediante una serie de disparatados ejemplos. El primer trabajo de Gladwell fue The Tipping Point y le siguieron Blink y Outliers. En The Tipping Point, (algo así como el punto de inflexión) la idea era que las discontinuidades surgen de los efectos de la red.
En Blink, la idea era que las tomas de decisiones rápidas a veces tienen una base más profunda que las que fueron estudiadas.
En Outliers, es difícil de encontrar el tema general. Pero no importa, porque Gladwell escribe magníficamente y desfila sus ejemplos con la habilidad de un coreógrafo.
El título de estos libros es clave para atraer lectores... y editoriales. El autor o su agente busca una palabra o frase que sean pegadizas para las bromas de oficina y conversaciones de sobremesa.
Si The Tipping Point se hubiera llamado Algunas ilustraciones sobre la inestabilidad en los sistemas dinámicos no lineales , nunca habría estado en la lista de best-sellers. Todos pueden hablar de puntos de inflexión. Los “cisnes negros y la “la sabiduría de las multitudes se convirtieron en clichés.
La obra fundamental de la segunda categoría es Freakonomics, de Steven Levitt, un economista de la Universidad de Chicago, y Stephen Dubner, un periodista que reside en Nueva York.
En esos libros, vuelve la microeconomía y se ignora la macroeconomía. Nada sobre la teoría del crecimiento endógeno pos-neoclásico y la tasa natural de desempleo. Los autores escriben, en cambio, sobre temas que interesan a la gente, como el aborto y nombres para chicos, aunque ni el tema ni la discusión tenga mucho que ver con la economía. La característica curiosa de Freaknomics es que trata poco sobre economía.
Freaknomics permitió que otros escritores, como Tim Harford, también periodista del Financial Times aprovechasen la misma veta; si bien Stephen Landsburg, que ahora escribe una columna para la revista Slate, hace años que lo hace de esa manera. Después de Freakonomics, sus libros comenzaron a volar de las estanterías. Las editoriales corrieron a encargarlos. “Contanos historias , le rogaban.
Y luego, una historia macroeconómica particularmente buena sucedió en la vida real. La contracción del crédito produjo la peor depresión económica en 50 años, y dio origen a una tercera categoría de bestsellers sobre economía política. Las librerías más grandes hoy tienen mesas completas dedicadas a libros sobre lo que ocurrió, qué lo causó, qué debería hacerse al respecto.
Soy economista, así que se espera que yo no solamente haya aprendido las lecciones del mercado sino que también las aproveche para promocionarme descaradamente. Encontré una editorial interesada para mi libro accesible sobre economía. Penguin produjo The Truth about Markets en 2003. Escribí mi propio libro sobre cómo sobrevivir a la contracción del crédito, The Long and the Short of It, que se publicó este año. Y en 2010 se podrá leer mi obra “Thump . El título es Obliquity.










