

Todo presidente de Francia debe tener su gran proyecto urbano y Nicolas Sarkozy hace poco dio a conocer el suyo: una visión de un Gran París donde el transporte de última generación ponga fin al aislamiento de los barrios carenciados y donde enormes bosques nuevos consuman las emanaciones de carbono.
Sarkozy, durante una exhibición del trabajo de 10 arquitectos a quienes había invitado a imaginar la capital del futuro, prometió u$s 35.000 millones para mejorar los medios de transporte en las afueras de París y pidió a los funcionarios que se inspiren en las ideas de algunos de los diseñadores urbanos más conocidos del mundo.
La estrella de su proyecto, que será financiado a través de asociaciones público-privadas, será un sistema de subterráneos que alcanzará los 130 kilómetros por hora y unirá las ciudades satélite de París que albergan clusters tecnológicos, universidades y fábricas. El objetivo no es sólo liberar la capital de los límites definidos por su carretera de circunvalación, que desde hace 30 años traza la línea divisoria entre la tradicional ciudad de la luz y el deterioro de sus descuidados suburbios. También se pretende estimular una economía parisina más amplia mediante la coordinación del desarrollo a gran escala y aprovechar el mayor crecimiento que se registra fuera del centro tradicional.
El presidente prometió impulsar un planeamiento abierto y regulaciones para el sector inmobiliario, construir estaciones ferroviarias de alta velocidad y crear 70.000 viviendas todos los años. También expresó el deseo de plantar un bosque de un millón de árboles cerca del hub de Roissy al noreste de París para reducir las emanaciones de carbono.
La visión de Sarkozy es mucho más ambiciosa que las de cualquier otro presidente anterior; va más allá de los hitos que dejaron sus predecesores como François Mitterrand y su moderna pirámide de vidrio en el patio del Palacio del Louvre, o el homenaje de Jacques Chirac al arte étnico con el Museo Quai Branly ubicado cerca de la Torre Eiffel. Su plan de crear una ciudad ecológica sustentable, donde la rutina diaria no sea de “servidumbre y alienación es considerado es el proyecto urbano más ambicioso desde la reconstrucción diseñada por el Barón Haussmann en el siglo XIX que convirtió las calles angostas de la capital en amplios bulevares.
Pero no queda claro si el presidente de centroderecha podrá realmente poner en práctica su visión. Sus planes ya generaron polémica en una ciudad y región controladas por los socialistas. Hasta algunos funcionarios que pertenecen a su propio partido, UMP, se preocuparon ante la sugerencia de que la creación de un Gran París requeriría una forma distinta de gobierno.
Sarkozy reconoció que sigue siendo un tema sensible, pero también dejó claro que su intención es impulsar sus planes y enfrentar las maniobras para impedir su realización. Dijo que su gobierno propondrá un proyecto de ley en octubre y acelerará los procesos burocráticos para permitir que el plan se concrete dentro del término de diez años.
Los arquitectos y planificadores urbanos dieron la bienvenida a la iniciativa pero advirtieron que debe ir más allá de un sistema de transporte eficiente.
Si bien arquitectos de todo el mundo han presentado ideas de todo tipo –desde extender París hasta la costa sobre el Canal de la Mancha hasta crear un parque al estilo Central Park de Nueva York en el corazón del inhóspito barrio La Courneuve– llevará años poner en marcha esos planes.
“Si este plan se limita a los ómnibus, no se habrá logrado nada , dijo Nicolas Michelin, director de la escuela de arquitectura de Versailles. “Los arquitectos tenemos muchas ideas excelentes, pero al día siguiente debemos bajar a tierra y preguntarnos qué es lo que realmente se puede hacer .
z La región del Gran París tiene una población de 11,4 millones y se calcula que en 2030 será de entre 12 y 13 millones.
z Alberga el 19% de la población nacional y el 27% de los estudiantes del Francia.
z El 10% de la población vive por debajo de la línea de pobreza.
z El 38% de las empresas de Francia tienen allí sus oficinas centrales y la región produce el 29% del PIB.
z En promedio, la población de la región es más joven que el resto de Francia.










