Frente a la realidad que significa la epidemia del tabaquismo en la Argentina, donde fallecen alrededor de 40.000 personas por causas vinculadas con el tabaco, considero que la tarea del legislador no es cuestionar el consumo de tabaco de las personas que fuman, sino ordenar los lugares y espacios donde se puede fumar.

En este sentido, la provincia de Buenos Aires en general, y cada municipio en particular, tienen mucho por hacer. Es necesario establecer una regulación que guarde conformidad con las normas legales supranacionales y nacionales, provinciales y municipales, sobre la prohibición de fumar, donde tenga preeminencia la tolerancia, la calidad de vida, el derecho a la salud y el respeto de todos a convivir armónicamente en sociedad frente al tabaquismo y sus consecuencias para los no fumadores.

Ayer, el Concejo Deliberante de San Martín ha dado un paso importante en este sentido. El Municipio aprobó una ordenanza que estipula que no se podrá fumar en ninguna de las dependencias públicas de la Municipalidad, en hospitales, escuelas o institutos de enseñanza, entidades bancarias, bares, restaurantes -excepto aquellos que cuenten con áreas aisladas dedicados especialmente para fumar-, locutorios y, en general, cualquier espacio público como terminales, cabinas telefónicas e instituciones deportivas.

La reglamentación es la primera en el país que prohibe terminantemente la venta o distribución de cigarrillos a menores de 18 años, y no permite la publicidad o exhibición de productos elaborados con tabaco en colegios, hospitales, dependencias estatales, clubes o estadios.

Esta lucha por defender la salud de los no fumadores tiene varios frentes, y debe incluir la realización de campañas de concientización y educación con el fin de promover el combate del tabaquismo, así como informar los perjuicios que resultan del consumo de tabaco. Creo que es indispensable avanzar en este tipo de medidas restrictivas, con el respaldo de la población para avanzar en su implementación, frente a las presiones de sectores minoritarios.