

Con un aporte de $ 25.000 cada uno, mucho afán de éxito y un modesto predio en Temperley, cuatro amigos decidieron en 1993 fundar Megaflex, una empresa dedicada a la fabricación de impermeabilizantes para la construcción y la industria. Hoy, luego de recorrer un arduo camino y atravesar una serie de crisis económicas que parecía no dar tregua (efecto tequila, devaluación de Brasil y el 2001 argentino), “el año pasado alcanzamos una facturación de $ 22 millones, cifra que proyectamos aumentar un 45% para este año , relata Walter Sipag, socio de la empresa.
Son cuatro profesionales que superaron su propias expectativas: Abel Goltzman, Guillermo Etchechoury, Antonio Alonso y el propio Sipag.
Luego de sus comienzos, en 1993, en un predio en el barrio San José, en Temperley, dos años después lograron instalarse en el terreno en el que están hoy, de 52.000 metros cuadrados, en el Parque Almirante Brown, que fue totalmente equipado para fabricar unos 30 millones de metros de membranas asfálticas por año.
“Lo que más teníamos cuando empezamos hace 11 años eran ganas de hacer, cada uno venía de experiencias previas en la industria. Invertimos $ 25.000 cada uno y apostamos a ser protagonistas , relata Sipag. Y recuerda: “Cuando nos embarcamos en este proyecto, el mercado era muy competitivo, ya había 150 jugadores, que con el tiempo fueron desapareciendo, para hoy ser uno de los tres jugadores fuertes .
Un año después de abrir sus puertas se lanzaron a la conquista del mercado externo, comenzando por Uruguay hasta pisar cada uno de los países de Sudamérica. “Nuestra meta no termina allí, queremos ingresar a los principales mercados transcontinentales , adelanta Sipag.
En 1998, pusieron en marcha la planta de procesamiento de asfalto, con la cual alcanzaron una capacidad operativa de 60.000 toneladas anuales.
Mala época
Pero no todo fue color de rosa. La debacle económica de 2001 los obligó a reacomodarse a las nuevas reglas de juego. “Tuvimos suerte porque previmos de antemano lo que se avecinaba, y salimos airosos con una posición ventajosa, lo más importante es que cumplimos con todos los compromisos que habíamos contraído , cuenta el empresario.
Hoy, ya estabilizados, están en un proceso de profesionalización de sus más de 100 empleados, siempre en camino a posicionarse como referentes en la fabricación y comercialización de membranas asfálticas en Sudamérica.
Como parte de esto, y con una inversión total de u$s 5 millones en las obras para finalizar la nueva planta en el Parque Almirante Brown, hay en funcionamiento tres líneas de producción.
En una década lograron convertirse en líderes del sector, no sólo a nivel nacional sino también en sólidos referentes del mercado internacional.
“La mayor limitación para las Pyme que buscan crecer a partir del esfuerzo propio es la imagen poco seria que subsiste en el exterior y la falta de cumplimiento empresarial , opina Sipag. Megaflex SA es el mayor exportador argentino de laminados asfálticos y está entre las diez empresas de materiales para la construcción con mayor volumen de exportación que asciende al 30 % de la producción total.
Con una red de distribución de última generación en todo el país y sucursales en Rosario, Córdoba, Mar del Plara y Mendoza, Megaflex SA, aún no llegó a su techo, porque mantiene vivo ese afán de más y se sigue superando a sí misma. Un caso que conjuga la visión empresaria, la determinación de crecer y la perserverancia para alcanzar una meta.










