

La mayoría de los latinoamericanos vive con temor a perder su empleo y cree que la reformas de libre mercado de la última década hicieron poco por mejorar sus estándares de vida.
Pocos confían en sus líderes políticos, y disminuye su apoyo a las instituciones de sostén como la Iglesia Católica Romana, las fuerzas armadas y los medios masivos de comunicación, según una encuesta realizada por Latinobarometro que abarcó toda la región.
Latinobarometro, una organización sin fines de lucro con encuestadores en 17 países, hace el seguimiento de las percepciones de la democracia, la reforma económica y la sociedad desde 1995. Este año se consultaron a 18.600 personas de un pool de cerca de 480 millones.
Los resultados de la encuesta se conocen en medio de un período de agitación e incertidumbre en América latina, marcado por el malestar popular, un alza en el desempleo y una mayor brecha entre los ricos y los pobres.
El estudio identifica una correlación entre el mejor acceso a la educación y la agitación social, corroborada en los últimos años por el derrocamiento de cuatro presidentes tras revueltas populares.
“Más y más latinoamericanos son concientes de sus derechos, y también de que esos derechos no están siendo respetados , comentó Marta Lagos, directora de Latinobarometro. “Ahora están saliendo a las calles para exigir lo que les pertenece , comentó.
No obstante, los latinoamericanos en términos generales son reacios a abandonar sus reñidos sistemas de gobierno democráticos. Sin embargo, disminuye su satisfacción con el modelo como alternativa a los regímenes autoritarios de los setenta y ochenta.
“La democracia todavía es considerada como un sistema que beneficia a una minoría , comentó Lagos.
Esta percepción explica el crecimiento en la región de la política populista y ayudó a construir el apoyo a presidentes como Néstor Kirchner en la Argentina y Luiz Inácio Lula da Silva en Brasil, quienes obtuvieron buen puntaje en las consultas sobre la aprobación a su gobierno.
Solamente 22% de los consultados piensa que la privatización de los servicios públicos beneficiaron a su país, comparado con 28% el año pasado y 45% en 1998, a fines del auge de mediados de los noventa.
Solamente 16% está totalmente satisfecho con la economía de mercado como modelo.










