

La recaudación tributaria nacional alcanzó durante el 2006 los $150.008,7 millones, cifra un 25,8% más elevada que la del 2005. Sin lugar a dudas, este dato constituye una buena noticia, en el sentido que el gobierno cuenta cada vez con un mayor flujo de recursos para hacer frente a sus obligaciones. Ahora bien, es importante analizar no sólo la evolución de la recaudación en términos nominales, sino también en términos relativos al resto de la economía y estudiar cómo ha cambiado la estructura tributaria en los últimos 14 años.
La recaudación en términos nominales
En términos nominales, los tributos que más aumentaron su recaudación durante el último año fueron los del Sistema de Seguridad Social, que alcanzaron en total una cifra un 44,6% más alta que la del año previo. También se destacan los aumentos de los derechos a las importaciones y del IVA Neto, del 32,6% y 29,1% respectivamente. El fuerte aumento en la recaudación de los impuestos a la seguridad social puede ser explicado por la evolución que tuvo el mercado laboral del sector formal de la economía, tanto en cuanto a salarios como a la cantidad de ocupados. En efecto, se advierte que la masa salarial, esto es la cantidad de ocupados por el salario promedio del sector formal, evidenció un aumento del 34% entre el período enero-octubre del 2006 versus el mismo período del 2005.
Por el contrario, entre los tributos que menos aumentaron, se encuentran: el impuesto a la ganancia mínima presunta, que experimentó una baja cercana al 2%; los impuestos a los combustibles, con una suba del 9,2%; los impuestos internos coparticipados, que subieron un 11,9% y los bienes personales, cuyo incremento fue del 14,6%.
Por otro lado, en una situación intermedia se encuentran el impuesto a los débitos y créditos, el impuesto a las ganancias y los derechos a la exportación, con subas del 23,9%, 19,9% y 19,4% respectivamente, aumentos que se encontraron algo por debajo de la suba promedio de toda la recaudación.
La recaudación en términos relativos
Analizando la participación de la recaudación en la economía, se advierte que la presión tributaria habría continuado aumentando durante el 2006, representando la recaudación total de AFIP un 22,9% del PIB, el máximo valor de los últimos 14 años. Aún si se descontaran los dos últimos impuestos introducidos, es decir retenciones a las exportaciones e impuesto a los débitos y créditos bancarios, la presión de 2006 continuaría siendo la más elevada de toda la serie.
Por su parte, desagregando por los principales impuestos, se observa que la participación en el PIB de cada uno de ellos ha sido cambiante durante estos 14 años. Evidentemente que en esta diferente evolución influyen un conjunto de factores entre los que se cuentan cambios legales, cambios en el nivel de cumplimiento tributario, diferentes evoluciones de las bases imponibles de los tributos, etc.
Sin entrar en detalle acerca de lo sucedido con estos factores y simplemente analizando qué sucedió con la estructura tributaria argentina entre 1993 y el 2006, se advierte que ciertos impuestos se están ubicando ahora en el máximo nivel, mientras que otros aún no han recuperado la importancia que tenían anteriormente.
Por caso, el IVA presenta actualmente un nivel de presión similar al del año 1993, que ronda el 6.8% del PIB, luego de la importante caída que había experimentado en el año 2002. El impuesto a las ganancias ejerce actualmente una presión mucho más elevada que la del año 1993, del 5.1% frente al 1.8% del PIB, si bien presentaría una ligera disminución respecto al 2005. Por el contrario, los impuestos a la seguridad social, si bien vienen aumentando su participación en el producto a una tasa importante desde el año 2003, aún se encuentran en niveles más bajos que los del año 1993, 3.6% frente al 5.1%. Finalmente, los dos nuevos impuestos introducidos a inicios de la década hicieron que la presión tributaria actual se eleve en un 4% del PIB, porcentaje algo superior al de superávit primario en términos del PIB que se estima que habría obtenido el Estado Nacional.
En síntesis, durante los últimos 14 años, la participación del Sector Público en la economía, en cuanto a recaudación tributaria se refiere, ha aumentando de manera clara. La composición, como puede apreciarse, no se ha mantenido constante, siendo los cambios más relevantes los originados en la introducción de nuevos impuestos que han adquirido un peso no menor. De cara al futuro, y en función de lo establecido por el gobierno en el Presupuesto Nacional para 2007, se espera que la presión continúe aumentando pero sin mayores modificaciones de la estructura tributaria actual.










