

En una reunión que los propios sindicalistas calificaron como “amplia, cordial y auspiciosa , el flamante triunvirato que conduce desde la semana pasada a la CGT única (Hugo Moyano, Susana Rueda y José Luis Lingeri) se reunió ayer por primera vez con el presidente Néstor Kirchner en Casa de Gobierno. Los gremialistas entregaron al mandatario un documento de cuatro páginas en el que se detallan “necesidades inmediatas de los trabajadores argentinos y en el que, además de reclamar por un nuevo aumento de sueldo para los trabajadores privados, la CGT requiere potenciar su “participación institucional . Este eufemismo, según fuentes de la central obrera, significa aumentar su presencia en las superintendencias que controlan a las AFJP, las obras sociales y las administradoras de riesgos de trabajo, entidades creadas durante la década y que recortaron el poder y los fondos en manos de los dirigentes sindicales.
“Hay una tarea muy grande y estamos dispuestos a contribuir y llevar adelante esa tarea, sin dejar de lado los reclamos que hacen al sector que representamos , dijo Moyano después de la reunión. El dirigente camionero, de muy buena llegada a la Casa Rosada y cuyo nombramiento obtuvo el visto bueno del Gobierno, efectuó sus reclamos salariales –en los que también se encuentran el aumento del salario mínimo y de las pensiones, jubilaciones y asignaciones familiares– al mismo tiempo en el que el propio Kirchner medita firmar otro decreto de subas de sueldo obligatorias (ver página 2). Quizás por ello, la conferencia de prensa posterior al encuentro transcurrió por carriles sumamente amables: “La CGT reconoce los enormes esfuerzos que se realizan desde el Gobierno para mejorar la situación de los argentinos y está dispuesta a sumar su trabajo para ayudar a realizar el sueño de millones de argentinos , dijo Susana Rueda. Más contundente aún fue Moyano: “Se iniciará una tarea conjunta entre la central sindical y el Gobierno nacional para recuperar al país .
Flexibilidades
Los pedidos de la CGT incluyen también la derogación de “toda la normativa flexibilizadora vigente desde 1976 a diciembre de 2001 , haciendo especial hincapié en las regulaciones recientes sobre riesgos de trabajo, jubilaciones y derechos laborales. Moyano fue uno de los mayores impulsores, a principios de año, de la derogación de Ley de Reforma Laboral, sancionada en 2000 y sospechada de coimas, y reemplazada por una nueva normativa.
Moyano, Rueda y Lingeri mostraron todo el tiempo una notable sensación de comunión con el Gobierno y evitaron referirse a quienes, hasta ahora, gozaban del cariño oficial en materia de reclamos: los piqueteros blandos, especialmente Luis D’Elía, quien no ha vuelto a aparecer en público después de sus polémicas visitas a la Casa Rosada (con Kirchner en China) dos días después de tomar la comisaría de La Boca.










