Tras un aumento de capital que culminó unas semanas atrás, el grupo chileno Sigdo Koppers (SK) decidió construir, a través de su filial Sigdopack, una planta de films de polipropileno para la fabricación de envases en la ciudad bonaerense de Campana, que deberá estar funcionando a mitad de 2007. Con ello, la empresa más que duplicará su actual producción e iniciará, a la vez, un proceso de internacionalización.

La nueva planta de polipropileno biorientado (BOPP) requerirá de una inversión de 50 millones de dólares, de los que u$s 30 millones provienen del aumento de capital, mientras que que el resto llegará vía financiamiento bancario.

La nueva planta producirá 37.500 toneladas, que se sumarán a las 32.000 toneladas que hoy fabrica en Chile. Cuando esté terminada, la firma ocupará el tercer puesto entre los mayores productores de polipropileno de la región.

La empresa también espera más que duplicar su facturación actual. Para este año, las ventas sumarán unos u$s 53 millones, y llegarán a entre u$s 130 millones y u$s 140 millones una vez que comience a operar su unidad bonaerense y la línea productora de nylon biorientado que está poniendo en marcha en Santiago, Chile.

El gerente general de la compañía, José Ramón Aboitiz, dijo que la idea con esta iniciativa es orientar la producción al Mercosur, principalmente hacia Brasil y dentro de la Argentina, aunque también elevar su participación en la Unión Europea y Estados Unidos. De paso, se trata también de alivianar los envíos a esos destinos desde Chile (el 75% del total de la producción), para profundizar la llegada a otros mercados de la costa Pacífico, como Perú y Ecuador.

Internacionalización

Aboitiz dijo que la internacionalización de la compañía se venía estudiando: “Hemos evaluado muchas veces la posibilidad de instalar una planta fuera, de asociarnos, y creo que llegó el momento de hacerlo. Hay ciertas condiciones de mercado que son favorables. La Argentina, por ejemplo, hoy importa una gran cantidad de film porque la producción local no alcanza a abastecer el mercado interno. Y esa es la razón de porqué no antes, sino ahora .

Por otro lado, el ejecutivo dijo que otro factor es que el consumo de este tipo de producto en Latinoamérica está creciendo a tasas promedio del 10% anual, por lo que la firma está dispuesta a evaluar la instalación de nuevas líneas.

La compañía inició la fabricación de films de BOPP en 1997, con la instalación de una línea de 12.000 toneladas anuales. En 2002, montó una segunda línea de 18.000 toneladas, y este año reforzó la primera en 2.000 toneladas, además de la línea de nylon. En 2007, con la planta argentina, llegará a una capacidad de 74.000 toneladas anuales.

En el último año, la empresa redujo sus utilidades, principalmente por el encarecimiento de la energía y la baja del dólar.