

Para los fanáticos de ‘Hollywood en castellano’ ,el primer debate poselectoral debe haberles despertado una imprevista nostalgia.
Incorregibles, cuando ya terminamos de exprimir los ‘90 y los ‘70 vienen decayendo, nos instalamos en los ‘50.
El estribillo ‘deben ser los gorilas’, creado por Camarota y Delfor, se había transformado en sinónimo del antiperonismo rabioso.
En esa década , King Kong era un ícono de Hollywood y, a Tarzán, el rey de los monos ,ya no le quedaba liana por visitar.
‘Hollywood en castellano’ regresó a la televisión cuando el oficialismo descubrió que fueron los gorilas en la niebla, quienes provocaron el triunfo de Carrió en la ciudad de Buenos Aires.
En consonancia, la revista ‘Debate’ multiplicó la imagen de Kong en las carteleras porteñas, aunque no especifica si la foto de tapa pertenece a la versión cinematográfica de 1933, 1963 o 2005.
Que el presidente dijera que Lilita recogió el voto gorila provocó un escándalo. En realidad, esta interpretación no debería perturbar a nadie, después de todo el gorila es un romántico incurable.
Presumiblemente, al terminar de ver un DVD de ‘Bananas’ de Woody Allen , Carrió respondió que sus primates votaron contra la república bananera .
Tal vez , debió aclarar , que la Argentina hará los esfuerzos necesarios para no parecerse a la dislocada República de San Marcos que el Woody describe en su película.
Al debate, se sumó Alberto Fernández, quien recomendó a la casquivana Buenos Aires no votar “como una isla .
Quizás más elegante hubiera sido citar la célebre línea de John Donne - ‘Ningún hombre es una isla entera por si mismo’ - y que cada uno sacara sus conclusiones.
Consultado, Aníbal Fernández propuso el auxilio de un sociólogo que ayudara a desentrañar la extraña conducta de los herederos/as de Kong y Miss Chita.
Afortunadamente, parece que otras ciudadades aquejadas por la misma enfermedad -La Plata, Rosario, Bahía Blanca y Mar del Plata- se salvaron de estas expediciones analíticas.
Algunos periodistas que,hace 10 años, glorificaron a la ciudad de Buenos Aires por haber alumbrado la ‘Alianza’ , la muestran hoy como una heroína volátil y reaccionaria. Quizás prefieran el estilo santiagueño que, durante más de 30 años, consagró a la dinastía Juárez.
Lo peor de este guión es que la rivalidad entre ‘bananeros’ y ‘gorilas’ no existe en la sociedad.
Todos hemos comprendido que cualquier película de aventuras debe incluir una ‘pata peronista’ , una ‘columna vertebral ‘sindical , un ‘brazo empresario’ y un ‘riñón progresista’. Por ahora , la ‘cintura neoliberal’ no tiene quien le escriba.
Lo grave es que la dirigencia aliente divisiones ofensivas e inútiles.
Tanto Gobierno como oposición deberían ponerse de acuerdo en desterrar el odio y soldar fracturas, a través de la educación y la verdad. Tampoco vendría mal filmar la versión local de ‘Volver al futuro’.
“A quien no le educa la familia o la escuela -escribió Fernando Savater-, le educará la TV , la calle o la selva. Pero sin educación no se quedará . A Tarzan lo educaron los monos. Salió al fin de cuentas un buen chico. Pero no parece aconsejable repetir demasiado a menudo el experimento .










