

“No compramos autos. Sólo, nos dedicamos a venderlos . Con esa premisa, Ernesto Mendizábal, ex CFO de De Remate, explica el modelo de negocios de Motormax, el emprendimiento con el que, a principios de año, incursionó en el comercio automotor.
La firma recibe en su playón de 5.300 metros cuadrados –ubicado en Panamericana y Paraná, Martínez– vehículos de terceros. Pero, a diferencia del modelo tradicional de las concesionarias u otros retailers de autos usados –que compran la unidad y maximizan esa inversión con su posterior venta–, Motormax pacta con el dueño el precio al que se ofrecerá y sólo cobra una comisión del 5%, en caso de encontrar comprador.
Este año, el mercado local de autos usados crecerá más de 10%, hasta alcanzar un volumen récord de 1,45 millón de unidades. En lo que va del año, Motormax vendió 300, mitad de ellos a clientes corporativos. Su meta es alcanzar, a fin de año, 150 ventas mensuales, con un mix 50-50 entre clientes minoristas y empresas. “Una vez que la playa alcance ese nivel, avanzaremos con la apertura de otra, también en el ámbito de Capital Federal y el conurbano , indica Mendizábal. Esa inauguración se prevé para mediados de 2008, cuando ya esté plenamente operativa la pata on line del proyecto. El interior será el siguiente paso.
Cada venta tiene garantía de tres meses. Para ello, y la oferta de seguros, Motormax forjó una alianza con La Buenos Aires, la aseguradora del grupo HSBC. Además, negocia con distintos bancos para ofrecer líneas de financiamiento. Hasta ahora, el producto financiero del que dispone, sobre todo orientado a clientes corporativos, es el leasing, en virtud de su vínculo con el Grupo Cohen, uno de los seis inversores financieros del proyecto.










