Las compañías de transporte marítimo podrían enfrentar aumentos de 50% en los costos del combustible después de que el comité de la Organización Marítima Internacional aprobó una reglamentación que prohibe a los buques de carga utilizar su tradicional combustible pesado en muchas partes del mundo.

La aprobación de estas normas originó dudas sobre la capacidad de las compañías petroleras de satisfacer las necesidades de combustible de la industria de transporte marítimo.

Los buques actualmente usan el combustible llamado bunker, que es el residuo de la refinación del petróleo y, por lo tanto, es mucho más económico que los otros combustibles. Ahora los barcos probablemente dependan más de los productos refinados, para los cuales podría no haber suficiente capacidad de producción.

Las regulaciones fueron aprobadas en Londres durante un encuentro de la comisión de protección al medio ambiente marino, que pertenece a la organización marítima de las Naciones Unidas (IMO). Son una consecuencia de la mayor presión que se está ejerciendo sobre la industria para que disminuya las emanaciones perjudiciales.

Se estima que la reglamentación será adoptada formalmente por la comisión en su próxima reunión en octubre y que entre en vigencia 16 meses después. Las normas serán obligatorias para los buques de bandera de países miembros de la IMO.