

La crispación política generada en la última semana tras el asesinato del piquetero Martín Cisneros y la posterior toma de la comisaría de La Boca liderada por Luis D’Elía se mantuvo ayer en máximo estado de ebullición. Mientras la mayoría de los partidos políticos, incluido el jefe del Ejecutivo porteño, Aníbal Ibarra, han condenado el saqueo de D’Elía, el Gobierno aún prefiere justificarlo, e incluso dos de los principales miembros del Gabinete (el jefe de Gabinete, Alberto Fernández y el ministro de Justicia, Gustavo Beliz), recibirán hoy en una reunión oficial al líder piquetero de la FTV. “D’Elía fue y participó de esos hechos descomprimiendo un movimiento de gente que estaba muy exaltada , explicó Alberto Fernández. El único funcionario del Gobierno que ha criticado abiertamente a D’Elía es el ministro del Interior, Aníbal Fernández, quien calificó la toma de la comisaría como “inadmisible . No obstante, ayer se reunió con el piquetero.
Con respecto a las puebladas que se produjeron en los últimos días en Tres Arroyos, Isidro Casanova y Valentín Alsina, donde vecinos atacaron sedes policiales, el Gobierno reconoció que le “preocupa sobremanera la sucesión de protestas sociales, tanto de piqueteros como de allegados a víctimas de crímenes. “Hemos registrado casos de puebladas, pero el Ejecutivo no minimiza lo sucedido, sino que toma nota de la situación. En todos los casos, sin embargo, debe actuar la Justicia , dijo Aníbal Fernández. El jefe de gabinete afirmó que, pese a la sucesión de protestas, “la situación económica mejoró .
Uno de los que más duramente ha criticado la posición del Gobierno es el titular de Recrear, Ricardo López Murphy. “Hay piqueteros oficialistas, piqueteros opositores, los oficialistas toman comisarías y nada de ésto me parece normal. La gravedad del desorden que se está creando y su contenido anárquico va a tener una reacción en la población de signo negativo , señaló López Murphy en declaraciones radiales. El ex dirigente radical afirmó que el presidente Kirchner “no sólo toma partido por un sector piquetero, sino que además los alienta, los impulsa y los financia .
Otro de los que, quizás sorpre
ndentemente, se encolumnó con las voces que piden algún tipo de control al accionar de los piqueteros fue Aníbal Ibarra. “Ni represión violenta ni el todo pasa. Si alguien viola la ley tiene que haber una respuesta institucional , dijo el jefe porteño, que ayer presentó un plan de infraestructuras para los próximos cuatro años. Sobre la posibilidad de que la muerte de Cisneros haya sido un crimen político –el diputado Miguel Bonasso afirmó que “le tiraron el primer muerto al presidente Néstor Kirchner –, Ibarra afirmó que “ocurrió lo más grave, que es un asesinato y tiene que esclarecerse para determinar‘ si hubo aristas políticas .










