Luego de las congratulaciones por lo que consideran atinadas intervenciones estatales en los mercados para superar lo peor de la crisis global, los países integrantes del Grupo de los 20 volvieron al mismo punto de la discusión que desarrollaron en Londres, a comienzos de abril. Si bien los Estados concuerda en la necesidad de tender a un nuevo equilibrio económico y en la revitalización de las instituciones multilaterales, hay posiciones encontradas sobre la regulación que caerá sobre los mercados financieros.

Mañana y el jueves, los líderes de Estado de los 20 países insistirán en ese debate. El documento que buscan emitir, a cuyo borrador tuvo acceso El Cronista, tiene como punto principal de discusión el “fortalecimiento del marco regulatorio del sistema financiero .

Las posiciones están encontradas. Alemania y Francia impulsan fuertes cambios que devengan en un control de los mercados y las instituciones financieras, algo bien visto por países emergentes como la Argentina y Brasil. Pero Estados Unidos y Reino Unido se oponen. La ministra de finanzas francesa, Christine Lagarde, mencionó ayer que Wall Street y Londres resisten cualquier avance sobre las plazas financieras, pero insistió: “Seremos inflexibles en la intención de regular las primas de los operadores y otros elementos, dijo.

Otros puntos del borrador que se debatirá en Pittsburg tienen que ver con establecer principios de una economía sustentable en el largo plazo; tender hacia un crecimiento más balanceado y fuerte; priorizar el desarrollo de los países más vulnerables; reformar a las instituciones multilaterales y adaptarlas a los cambios económicos; y constituir al G–20 como un foro económico permanente.

Señales del FMI

Al respecto el Fondo Monetario Internacional opinó que la intervención estatal en las economías debe continuar, al tiempo que sugirió a los países que expliciten mecanismos para correrse de escena una vez reinstalada la normalidad. “Dejar clara la estrategia de salida es importante para conservar la calma , dijo y vaticinó que la crisis tendrá impacto en el crecimiento por al menos siete años. Su director Gerente, Dominique Strauss–Kahn anticipó que China tendrá un papel más protagónico en el nuevo FMI, incluso en detrimento del protagonismo europeo.