

Al quinto día de asunción de Felisa Miceli al frente del Ministerio de Economía, en el edificio de Hipólito Yrigoyen 250 dominaba ayer un aire de Gabinete a medio ensamblar, pese a que la prioridad de la política económica está bien clara: cómo frenar el nivel de precios.
El hecho es que muchos de los despachos del piso 10 y del 8 continúan literalmente vacíos. A modo de ejemplo, el secretario designado de Finanzas, Alfredo Mac Laughlin, no estrenó aún el despacho que dejó su antecesor, Guillermo Nielsen. Y hasta ayer, el nombre de su segundo, el subsecretario de Finanzas (el cargo que ocupaba Sebastián Palla), seguía siendo una incógnita.
Lisandro Salas, el flamante secretario de Coordinación Técnica, ayer confesó que aún no se había instalado. Y tampoco estaba claro si ocupará la misma oficina de Leonardo Madcur.
Salas estuvo trabajando a full, interiorizándose del funcionamiento de mercados sensibles como los de carnes, supermercados y textiles, junto a sus colegas Oscar Tangelson (Política Económica) y su equipo, y a Miguel Campos (Agricultura).
La percepción de quienes estuvieron ayer junto al ex secretario de Puertos y Vías Navegables es que hará un trabajo máss político que Madcur: se concentrará en negociar acuerdos de precios sectoriales con el resto del equipo designado a tal efecto.
El portazo del día lo dio el subsecretario Fernando Nebbia, cuya salida fue decidida por Tangelson durante una reunión que ambos mantuvieron al mediodía, según consignaron fuentes de Economía. Hasta la semana pasada, Nebbia estuvo al frente de las negociaciones de precios, junto a su colega Sebastián Katz, que permanece en su cargo.
Una de las versiones que circulaban ayer por Hacienda es que Tangelson habría sido influenciado por voces empresarias, que manifestaron su queja acerca del trato de Nebbia en las reuniones por el tema precios. Así las cosas, el secretario busca ahora otro perfil negociador, si bien ayer no estaba decidido el nuevo nombramiento.
El comando antiinflación mantuvo a media tarde un encuentro en el Palacio de Hacienda con productores y comercializadores de carne, a quienes convocó para consensuar medidas que puedan frenar la suba de precios. Miceli, que hasta el momento mantuvo reuniones maratónicas en todas las áreas bajo su injerencia para ponerse al día, se tomo el permiso de retar a los cárnicos por los aumentos de precios, el tema económico número uno que desvela al presidente Néstor Kirchner. Es a raíz de que observó subas en las carnicerías de hasta 12% (los supermercados se mantuvieron moderados en comparación, ya que remarcaron sólo 2% los precios) a la tercera semana de noviembre, lo que daba en total un promedio de suba de precios de 7,2%, según confió uno de los asistentes a la reunión. La definiciones pasarán para hoy, en donde se reencontrarán todos los actores involucrados en Economía.
Luego, llegó el turno de los supermercados. A última hora de la noche Tangelson y Salas se encontraban definiendo los últimos detalles de la nómina de 250 productos con rebajas de 15%, con vista a publicarla mañana o el miércoles.
Miceli le dedicó especial importancia a una reunión que mantuvo con el recién llegado de Washington Héctor Torres, director por la Argentina ante el FMI. Si bien el tema FMI no es prioridad, la ministra se interiorizó de los detalles operativos y de la relación política con el organismo multilateral.
Las asistentes de los funcionarios intentaban calmar su ansiedad por las designaciones comiendo galletitas de arroz. Algunas lucían incluso flamantes peinados de peluquería, para impactar a los jefes que aún no llegaron.










