La semana que termina permite llegar a algunas conclusiones en torno a la actual situación política. El Gobierno siente algún tipo de alivio con la reactivación de la economía. Las cifras de algunas consultoras hablan de un crecimiento de la actividad cercano al cinco por ciento durante el primer trimestre cotejado con igual periodo del año anterior, el 2009, en el que la contracción del PBI habría sido del cuatro por ciento. De hecho, dicen los que saben, que además de un supuesto espía, por el Ministerio de Economía anduvo gente muy amable ofreciendo tres mil millones de dólares de crédito a una tasa de apenas diez por ciento anual, costo final, dos puntos y medio por debajo de lo que, por ejemplo, la gestión de Mauricio Macri tomó cuando pidió dinero para la ciudad.

Es cierto también que la inflación, especialmente en alimentos, no afloja y sería a este ritmo un milagro que el índice de precios al consumidor no llegue a fin de año al veinticinco por ciento y que el desempleo real baje del diez. Mientras tanto el partido de ping pong entre Julio Cobos y Eduardo Fellner parece tener destino de pelota pinchada. El veto presidencial daría por terminado el tenis de mesa bicameral y con esto el impuesto al cheque coparticipable no tendría más endosos y se convertiría en un cheque “sin fondos para la oposición y una nueva pérdida de crédito para el Gobierno.

Es que la secuencia parece previsible, primero el Gobierno negó que hubiera perdido la elección del 28 de Junio, después por un tiempo, el largo semestre transcurrido hasta la conformación del nuevo parlamento por la anticipación de las elecciones se encargó de disimular el efecto del avance de la oposición, luego la imposibilidad de sesionar en el verano reforzó esa sensación, posteriormente la falta de quórum pareció eternizar la “no derrota kirchnerista . Pero los acontecimientos de los últimos días, primero en el Senado y anteanoche en Diputados, obligarán al Gobierno a recurrir a un nuevo tramo del plan que no es otro que el del veto.

A todo esto, el affaire Larosa pone en problemas la cuenta oficialista en la cámara baja, donde más de una vez los partidos de izquierda votaron en sintonía con el Frente para la Victoria para disgusto de Carrió, Pinedo, Aguad y compañía. Frases como “mamarracho político , o “que tenga un vozarrón y se haga el izquierdoso , vertidas por Aníbal Fernández y Amado Boudou por estas horas acerca de Pino Solanas y Claudio Lozano no hacen suponer que estos diputados vayan a ser demasiado generosos con los proyectos del gobierno a la hora de votarlos en los próximos meses.

En la otra cámara el kirchnerismo sufre la cada vez más “insufrible , para sus intereses, presencia y actividad de Cobos al que vienen espoleando desde que se convirtió en “no positivo y al que a fuerza de demandas por presunto incumplimiento de los deberes de funcionario publico e imposibilitados de remover por falta de votos para un juicio político, intentaran echar con una marcha “facebookera que según anuncian podrá más que Cristina. No es fácil la vida de un candidato presidencial en la Argentina, no es fácil la vida de un vicepresidente K, pero no hay nada más difícil que ser las dos cosas.

La historia política de principios del siglo XXI dejará para la posteridad una versión postmoderna de los viejos estoicos helénicos que habitaron Grecia hace unos dos mil cuatrocientos años. Daniel Scioli y Julio Cobos no sólo comparten el hecho de haber secundado a un Kirchner formalmente en un periodo de gobierno, ambos conforman el dúo de mayor estoicidad del círculo político actual. Tal como los viejos estoicos se caracterizan por su aparente condición de imperturbables y de recurrir a una apatía, no propia del desgano, sino de quienes tienen una conducta estratégica que sumada a una increíble fuerza de voluntad les permite soportar las adversidades con firmeza envidiable.

La torpeza de quienes se enfocan permanentemente en Cobos logra el efecto inverso al supuestamente buscado le devuelven un brillo que el mendocino había empezado a perder este verano tras el caso Redrado y obtienen proezas impensadas un mes atrás, como el hecho de que Lilita salga a defender al cuyano. La ansiedad de los muchachos kirchneristas es entendible, hasta el momento cada vez que un candidato se atrevió a desafiar al jefe para las presidenciales del 2011, el audaz de turno “tuvo su merecido . Reutemann se metió la candidatura en un lugar poco luminoso, De Narváez entendió que su “colombianidad al palo no le permitía cruzar la Gral Paz y Mauricio Macri tiene destino de procesado por sus supuestas curiosidades telefónicas.

Es cierto que queda Duhalde, pero también es cierto que el ex presidente parece más destinado a ser el “elector del próximo presidente que a ser elegido para tal cargo.

Así están las cosas por estas horas en la Argentina triple in (inseguridad - inflación - intolerancia), un país donde los “puentes cortados son muchos y donde la política parece más contaminada que el Río Uruguay. Será cuestión de recurrir a la Corte, no la de acá que según D‘Elia cedió a las presiones de la oligarquía y la derecha mediática, habrá que ir a La Haya donde hay una Corte que te da la razón aunque te mande preso.