Hay cosas peores que ser rehén y tener que pasar ese momento encerrado en la casa matriz de una de las productoras de champaña más conocidas de Francia.

En 1993, el gerente de Moët & Chandon quedó atrapado toda la noche en sus oficinas de Eperney con una heladera repleta de champaña como única compañía. Mientras tanto, los trabajadores se atrincheraron en las bodegas y abrieron algunas de las 95 millones de botellas almacenadas allí como manera de protestar contra el plan de la compañía de despedir a 250 personas.

La retención de jefes no es nueva en Francia. Pero la crisis económica y la creciente ola de cierres de plantas han causado una tasa inusualmente elevada de “secuestros corporativos . En los dos últimos meses al menos diez empresas han experimentado la retención de sus gerentes y muchas otras han sufrido la ocupación de sus fábricas.

Si bien la mayoría ha sido pacífica y ningún rehén salió seriamente lastimado, pocas experiencias fueron tan amistosas como la de esa noche regada con champaña en Epernay. Dos gerentes en la planta francesa de Molex, el grupo estadounidense de conectores, fueron sacudidos y golpeados cuando salían de su desventura de 26 horas el mes pasado. A mediados de mayo, 74 trabajadores fueron arrestados por los daños causados a las oficinas en París de los grupos eléctricos ErDF y GrDF durante una protesta salarial.

La creciente radicalización de las protestas preocupa al gobierno francés, que en privado ha solicitado a los ejecutivos que eviten presentar cargos en contra de sus captores para evitar inflamar la ya tensa situación social.

Pero las compañías estudian cómo implementar planes de reestructuración en plena crisis económica. La ansiedad es más intensa en las empresas extranjeras, poco familiarizadas con la tendencia francesa a tomar acciones directas y donde los secuestros son más frecuentes.

Los expertos en reestructuración cuentan que han aumentado los pedidos de asesoramiento por parte de clientes extranjeros y que están brotando pequeñas empresas en el país que ofrecen consejos para lidiar con una situación de rehenes.

Xavier Lacoste, director ejecutivo de la firma de relaciones sociales Altédia, dice que lo importante es aprender a evitar las retenciones, no a sobrevivir a ellas. Esto implica un diálogo profundo con el personal, aseguró. Negociando las empresas han logrado soluciones innovadoras, como que administrativos son voluntarios para recortes temporales de sueldos que evitan la pérdida de empleos en las fábricas.