

Las vacaciones de invierno comienzan mañana y es un hecho que los miles de turistas que a partir de hoy pretendan subir a un avión para desenchufarse de las responsabilidades, comenzarán ese descanso con un fuerte dolor de cabeza. Al paro de 48 horas que iniciaron ayer 480 pilotos de Aerolíneas Argentinas, se suma la incertidumbre que están viviendo los 950 empleados de Southern Winds, que por estas horas esperan la llegada de nuevos dueños que acerquen dinero para pagarles los sueldos de junio, que tendrían que haber percibido ayer. En ese sentido, fuentes del sector aerocomercial dijeron que hoy habrá una asamblea en donde los empleados de SW decidirán los pasos a seguir y no se descarta que inicien una huelga si la plata no aparece. No obstante, una fuente de SW aseguró que Juan Maggio había acordado con el empresario Horacio Rozenblun para venderle su empresa, operación que se firmaría hoy.
Sin embargo, de postergarse ese acuerdo, como ya pasó en reiteradas oportunidades, sólo Austral y LAN Argentina volarían a algunos destinos turísticos nacionales durante los primeros días de las vacaciones.
Desde ayer al mediodía, los empleados de Aerolíneas Argentinas nucleados en la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA) iniciaron un paro de actividades por 48 horas. El reclamo es el mismo que realizan desde hace diez meses: una recomposición salarial del 41% que, junto al 19% de aumentó que dio el Gobierno, alcance para cubrir el 60% de inflación que hubo desde el año 2001.
Mientras los representantes de APLA aseguraron que, por parte de sus afiliados, la huelga tuvo un 100% de acatamiento, voceros de Aerolíneas, que consideraron a la medida como “coercitiva , indicaron que ayer la empresa cubrió el vuelo nocturno a Madrid (España) con pilotos que no se acoplaron al paro. Además de los trastornos para los casi 60.000 pasajeros que tenían previsto viajar desde hoy hasta el domingo en los diferentes vuelos de Aerolíneas, la medida ya trajo otros efectos colaterales. Allegados a la compañía informaron que, paralelamente a las movilizaciones que ayer protagonizaron los pilotos tanto en Aeroparque como en Ezeiza, la torre de control de la terminal porteña recibió siete amenazas de bombas en distintos vuelos de Austral (también del grupo Aerolíneas), lo que provocó importantes retrasos.
En Ezeiza también se sucedieron los trastornos. Una fuente del sector aseguró que “por lo menos hubieron dos aviones en donde la gente ya estaba embarcada que no salieron .
¿Discriminación?
El presidente de APLA, Jorge Pérez Tamayo, indicó que la medida de fuerza se tomó “ante la intransigencia y la postura maliciosa de la empresa no sólo para discutir el salario sino ante el despido de treinta familiares de pilotos . Al cierre de esta edición, funcionarios del Ministerio de Trabajo estaban reunidos con el vicepresidente de Aerolíneas, José María Llodrá, y miembros del gremio de los pilotos. Allí, además de hablar sobre los sueldos, APLA le pidió al ejecutivo español la reincorporación de esos empleados que, según consideran, fueron discriminados.










