

Después de haber protagonizado subas exorbitantes durante las últimas ruedas de 2013, el call money volvió a los niveles previos al recalentamiento de la demanda. La tasa interbancaria se operó en un promedio de 25%, desde máximos de 33% del lunes, aunque sobre el final de la jornada quedó en 20%.
Días atrás los operadores creían que la tendencia alcista iba a durar al menos hasta la segunda semana de enero, sin embargo ayer la tasa a la que se prestan los bancos entre sí se achicó de forma contundente: la iliquidez terminó y con ella el alza del call.
Ya no hay tantos bancos pidiendo, resumió una fuente que no quiso ser identificado.
En la misma línea, un operador subrayó que al tratarse de una suba cíclica, esporádica, tarde o temprano el avance tenía que llegar a su fin.
Por otro lado, si bien las tasas de cortísimo plazo se enfriaron, el resto mantiene su rumbo alcista. Los bancos privados pagan entre 22,5% y 23% a los plazos fijos de 36 días. Esta es una tendencia que el Banco Central (BCRA) ya no pudo obviar, por lo que en su última licitación de letras y notas, convalidó un incremento de hasta casi un punto porcentual. Las Lebac a 76 días se pactaron al 16%, a 91 días en 16,21%, y a 104 en un 16,35%.
La necesidad de pesos de los bancos, especialmente los públicos, se había incrementado en los últimos días del año pasado; el pago de premios y aguinaldos había secado la plaza porteña.
Era un problema de oferta y demanda que se normalizó. El Banco Nación, principal colocador, no ponía todos los pesos que necesitaba el mercado y los tomadores eran muchos, comentó una fuente que tampoco quiso dar su nombre. Así fue como el call llegó a marcar un avance intradiario de 35% el jueves pasado, lo que obligó a algunos bancos a desprenderse de bonos y dólares, una decisión que a la vez contentó al BCRA, ya que la entidad estaba -y sigue estando- sedienta de dólares.













