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En un contexto en la que acumulación de reservas es el norte más pronunciado del Gobierno, son muchos los especialistas que se preguntan qué ocurrirá en 2026. Con la mirada puesta en el acuerdo con Estados Unidos como piedra basal del futuro del equipo económico es menester preguntarse: ¿de cuánto será el auxilio económico?

El economista Orlando Ferreres despejó las dudas sobre el préstamo internacional que Argentina está negociando con bancos estadounidenses y confirmó que el monto final será de aproximadamente u$s 5000 millones, muy por debajo de los u$s 20.000 millones que se habían mencionado inicialmente en las primeras versiones extraoficiales.

En declaraciones a Radio Rivadavia, el fundador de la consultora OJF & Asociados explicó que, si bien la cifra definitiva representa una reducción significativa respecto a las expectativas iniciales, “sigue siendo bastante plata” para las arcas argentinas.

La diferencia entre ambos montos había generado controversia días atrás, cuando el ministro de Economía, Luis Caputo, calificó la información sobre los u$s 20.000 millones como “una operación más” destinada a “generar confusión”. El funcionario sostuvo que desde el Gobierno nunca se había hablado de esa cifra específica.

Sin embargo, Ferreres ofreció una explicación técnica para la reducción: las “dudas” de los bancos estadounidenses participantes respecto a las garantías que Argentina puede ofrecer para respaldar el préstamo.

El problema de las garantías y las reservas prestadas: qué dice Ferreres

El economista señaló que la principal preocupación de las entidades financieras radica en la “falta de garantías sólidas” por parte del país. Un punto crítico es que la mayoría de las reservas del Banco Central son prestadas por China, Estados Unidos o el Fondo Monetario Internacional (FMI), lo que reduce drásticamente las “reservas netas propias” disponibles como respaldo.

¿Milei tiene que devaluar? Cuál es el precio de equilibrio del dólar, según Orlando Ferreres.
¿Milei tiene que devaluar? Cuál es el precio de equilibrio del dólar, según Orlando Ferreres.

Esta situación contrasta con casos exitosos recientes de endeudamiento en el país. Ferreres comparó la negociación nacional con la operación de la Ciudad de Buenos Aires, que consiguió u$s 500 millones a una tasa del 7,78% precisamente por ofrecer garantías robustas y confiables a los inversores.

Otro factor que complica el panorama es el riesgo país, que no logra bajar de los 600 puntos básicos. Según el analista, sería ideal alcanzar las 400 unidades para “generar mayor confianza” en los mercados internacionales y facilitar el acceso al crédito en mejores condiciones.

Cuál es la estrategia cambiaria y monetaria del Gobierno

Ferreres también analizó los movimientos recientes del equipo económico. Destacó que el Gobierno “dejó un poco estar el tipo de cambio hacia arriba”, con el dólar oficial trepando a $ 1450, mientras intenta reducir la tasa de interés de referencia del 22% al 20%.

Esta estrategia buscaría encontrar un equilibrio entre mantener la competitividad cambiaria y estimular el crédito, aunque el economista advirtió que los “efectivos mínimos son muy altos para mantener tranquila la liquidez en pesos”, lo que, según su visión, “debe bajar para fomentar las inversiones”.

Un factor adicional que genera “problemas en Argentina” para los bancos internacionales es el aumento de la morosidad en deudas locales, especialmente en tarjetas de crédito y préstamos personales. Esta situación refleja las dificultades económicas de los sectores medios y complica la percepción de solvencia del país en su conjunto.

Inversión: más amortización que proyectos nuevos

Respecto al nivel de inversión, Ferreres reconoció que la inversión bruta interna fija mejoró del 13-14% al 19% del PBI, pero aclaró que este incremento se debe más a la amortización de equipos existentes que a nuevas inversiones masivas que generen empleo genuino.

El economista subrayó la necesidad urgente de un programa de inversiones más amplio para crear puestos de trabajo y mejorar el salario real de los argentinos, señalando que “lo que realmente falta es el crecimiento del PBI, para lo cual se requiere inversión”.

Con un tono que mezcla realismo y cautela, Ferreres evaluó que 2025, que comenzó con “mucho optimismo” en el sector privado, terminó “desinflándose brutalmente” y con un nivel de actividad “muy heterogéneo” según los sectores.

No obstante, proyectó una mejora para 2026, vinculada a tasas de interés más bajas y mayor liquidez en el sistema. El economista recordó los períodos de “ambiente masivo de inversiones” durante la convertibilidad de los años 90, con grandes privatizaciones, y lamentó que actualmente no haya “mucho para hacer en materia de privatizaciones”.

Ferreres sugirió que la “tranquilidad” generada por las elecciones legislativas de octubre de 2025, donde La Libertad Avanza (LLA) obtuvo una amplia victoria, podría favorecer un clima más propicio para las inversiones en 2026.

Proyecciones de inflación: 29-30% para 2025

Al abordar el tema inflacionario, Ferreres brindó cifras concretas basadas en las tendencias recientes. Indicó que las mediciones minoristas estuvieron por debajo del 2% mensual, pero el Índice de Precios al Consumidor (IPC) se mantuvo por encima del 2% en los últimos tres meses.

Para noviembre, estimó que la inflación no superará el 2%, pero anticipó un repunte en diciembre por el impacto de los servicios básicos y el precio de la carne vacuna, que tradicionalmente aumentan en las fiestas de fin de año.

El economista proyectó un cierre de 2025 con una inflación anual acumulada de entre 29% y 30%, y estimó que para 2026 la inflación podría ubicarse entre el 14% y 15% anual.

La pregunta que queda flotando es si ese tiempo de gracia que piden los inversores será suficiente para que Argentina logre convertir las promesas en realidades concretas que se traduzcan en mayor actividad económica y empleo.