Los mercados de bonos y acciones toman caminos diversos luego del rally post electoral. Los bonos se han mantenido más firmes respecto de las acciones.
Rally poselectoral
Si se toma el día previo a las elecciones del 26/10, los bonos del tramo corto ganaron 16,7% en promedio cada uno. En el tramo medio, las ganancias en el último mes ascienden a 26% en el GD35 y 23% en el GD38. En los títulos más largos, las ganancias en el último mes fueron de 25% y 22% para los bonos a 2041 y 2046.

El fuerte rally de la deuda hizo que el riesgo país colapse desde los 1000 puntos antes de las elecciones hasta los actuales 650 puntos.
Las tasas de los bonos soberanos pasaron desde niveles de 16% antes de las elecciones hasta los 8,3% actuales en el tramo corto.
En el tramo medio y largo, las tasas pasaron desde el 14,5% antes de las elecciones a valores de 9,8% actual.

La fiesta accionaria
En el segmento de acciones también se evidenció una fiesta inicial post electoral, aunque las empresas no pudieron sostener avance mucho más allá del rally inicial.
El S&P Merval en dólares subió 41% desde las elecciones, pasando de u$s 1325 a u$s 1860, en lo que va de noviembre, el índice baja 6,5% en dólares.
Entre las acciones argentinas en Wall Street que más subieron en el último mes se destaca Edenor, ganando 77%, junto con Grupo Supervielle, que avanzó 62%.
Le siguen Central Puerto, Telecom, Loma Negra, BBVA Argentina, Grupo Financiero Galicia, Pampa e YPF, que suben entre 31% y 57%.
Otros papeles como TGS, Corporación América, Cresud, IRSA, Vista y Globant también vieron parte del rally, con subas de similar magnitud.

Sin embargo, la diferencia entre los bonos y las acciones es notable en el sentido de que la renta fija logró mantenerse en máximos históricos, mientras que las acciones retrocedieron desde los picos post elecciones.
En general, las acciones se ubican hasta 14% debajo de sus máximos.
Nicolás Kohn, Head Wealth Management Research en Balanz, indicó que después del salto post sorpresa electoral, las acciones argentinas están teniendo ciertamente un desempeño algo decepcionante.
“Desde el 28 de octubre hasta ahora (excluyendo el salto del lunes 27), el Merval acumula una suba en dólares de 1,2%, mientras que los bonos soberanos en dólares una de 3,1%”, puntualizó.
En ese sentido Kohn considera que detrás de este mal desempeño hay varios factores, dentro de los que resalta la situación internacional.
Kohn advirtió que el máximo del S&P 500 hasta ahora se alcanzó el 28 de octubre y desde entonces el índice viene afectado por la incertidumbre respecto a la decisión de la Fed en su reunión del 10 de diciembre y los cuestionamientos crecientes respecto a las valuaciones y la dinámica de la inteligencia artificial.
“En este contexto, los mercados emergentes están viéndose presionados y Argentina no es la excepción. Por otro lado, dentro del Merval, los bancos vienen teniendo un mal desempeño relativo desde el 28 de octubre y dado su peso dentro del índice, lo termina afectando. En el resto de las acciones no se ve el mismo desempeño flojo que los bancos están mostrando recientemente”, indicó Kohn.

La curva soberana mostró una importante mejora tanto en su nivel como en su forma.
Es decir, que gracias a la fuerte suba en los precios de los bonos, la curva se tornó positiva y cotiza con tasas más bajas, reflejando una mayor confianza por parte del mercado sobre la capacidad y voluntad de pago del soberano.
Por otro lado, Pilar Tavella, directora de Research Macro & Estategia en Balanz, advirtió que, sobre la deuda local, la noticia de que el conjunto de bancos americanos no va a ejecutar el préstamo de u$s 20.000 millones no fue bien recibida.
Además, agregó que las expectativas están enfocadas en la dinámica cambiaria y la acumulación de reservas, sobre las cuales todavía no hubo novedades relevantes.
A pesar de todo esto, Tavella resaltó que se mantiene constructiva respecto de las perspectivas de la macro y para los activos argentinos, y en particular, la tesis sobre las acciones argentinas post elecciones no se modifica ya que el gobierno salió fortalecido.

Mirando distintas variables
Lo cierto es que los factores que motivan los movimientos de las acciones y en los bonos son distintos y por ello suelen tener diferencias en cuanto a sus tendencias de corto plazo.
Los bonos se mueven siempre en función de la capacidad de pago del emisor, por lo que las reservas tienden a ser clave. Sin embargo, también tienden a importar los demás datos de actividad ya que miden la salud de la economía y la capacidad de generar dólares y de que el Gobierno se mantenga superavitario en términos fiscales.
En cambio, las acciones se mueven en base a la expectativa de crecimiento y de las variables macroeconómicas de actividad.
Ya con el resultado de las elecciones sobre la mesa, los activos financieros comienzan a mirar mas en detalle sus propios fundamentals.
Joaquín Álvarez, CEO de Fincoach, recordó que previo a las elecciones veníamos con una incertidumbre gigantesca y que, tras los buenos resultados del gobierno, todos los activos financieros tuvieron un incremento importante.
Según Álvarez, en la actualidad empezamos se empieza a ver comportamientos distintos por clase de activos.
“La renta fija se mueve de una manera y la renta variable de otra y esto lo vemos como una señal muy buena y de normalización en la economía. Cada una de las clases de activos se empieza a mover por sus fundamentals”, detalló.
En lo que refiere a la diferenciación entre bonos y acciones de corto plazo, Álvarez explicó que “la deuda tenía un catalizador más de corto plazo. Sin embargo, seguimos viendo potencial de adicional en los activos locales”
Con una visión similar, desde Max Capital agregaron que, mientras los bonos los favorecen del contexto positivo post-electoral, la confirmación de la agenda de reformas y un alto índice de confianza en el gobierno, las acciones están viviendo una realidad distinta.
“El Merval está mayormenete compuesto por acciones del sector energético, afectado por la baja del precio del crudo y bancos, que están publicando balances trimestrales con mora alta y pérdidas derivadas de la suba de tasas. Adicionalmente, los mercados accionarios globales sufrieron una leve corrección en el último mes, afectando el momentum de las acciones locales”, detallaron.
Relación entre bonos y acciones
Las acciones y los bonos tienden a estar relacionados. En particular, las acciones dependen de lo que termine ocurriendo con los bonos.
Esto es así ya que el valor actual de una acción es el flujo de fondos que esa compañía genera en el futuro, traídos a valor actual (descontados).
Para descontar dichos flujos futuros se utiliza una tasa de interés, la cual depende del riesgo país.
Por cuestiones matemáticas, cuanto mas baja es la tasa, mayor es el valor presente de dicho flujo.
Así, si el riesgo país es mas bajo (por que suben los bonos), el flujo de fondos es mayor, y la acción vale más (o debería valer más).
En cambio, si el riesgo país es mas alto (caen los bonos), el flujo de fondos futuros traído a valor actual tiende a ser menor, por lo que la acción debería valer menos.
Además, las acciones tienden a acoplarse a la dinámica de las tendencias de los bonos.
Por lo tanto, ya sea por valuación, así como por contagio, las acciones se acoplan a lo que ocurra con los bonos y, para que las acciones alcancen niveles superiores se requiere un riesgo país mas bajo, es decir, mayores subas en la renta fija.

Damián Vlassich, Team Leader de Estrategias de Inversión en IOL, indicó que el precio de las acciones tiene sentido, dado el valor del riesgo país.
“Si analizamos la relación entre S&P Merval y riesgo país (especialmente si acortamos el período de análisis a los últimos 3 años), podemos observar que los valores actuales de EMBI se condicen con un Merval de aproximadamente u$s 1950. De esta manera, entendemos que gran parte del gap que presentaban los bonos en relación al equity se ha ido cerrando”, comentó Vlassich.
Hacia adelante, Vlassich entiende que las acciones cuentan con un potencial de suba mayor que el de los bonos.
“Nos encontramos con una curva soberana rindiendo en valores de enero, mientras que el Merval todavía permanece lejos de esos u$s 2400. No obstante, más allá de que la balanza pareciera estar inclinada hacia las acciones en términos de potencial de rentabilidad, no podemos dejar de mencionar que para que ello suceda será totalmente necesario que las compañías muestren sólidos balances con crecimiento no solamente en ingresos sino también en resultado neto, algo que ha sido difícil a lo largo de 2025”, dijo Vlassich.
En cuanto a la conveniencia de apostar a las acciones, esta sigue siendo una inversión para inversores arriesgados ya que la volatilidad en la renta variable tiende a ser mayor que en la de renta fija.
“Aconsejamos a las acciones locales especialmente para perfiles más agresivos, siendo importante la diversificación y buscando sobreponderar aquellos sectores con fundamentales más sólidos y potencial de crecimiento”, indicó Vlassich.
Agustín Helou, trader de Portfolio Investments, detalló que el rally se dio más claro en los bonos que en las acciones ya que los primeros capturaron mejor los fundamentals.
“Creo que el rally fue más claro en los bonos por una cuestión de que también los findamentals que generaron el rally son más claro y directos para los bonos. Ahora creo que los bonos, para seguir comprimiendo va a necesitar que se vaya convalidando las reformas planeadas con el nuevo congreso. Que parece ser el escenario base”, detalló Helou.
En cuanto acciones, Helou advierte que dependerá un poco de cada sector.
“Parece que lo más obvio sería energía ejemplo Vista, y después bancos, pero ahí creo que puede llevar algo más de tiempo esa transformación, pero el potencial si todo se va a acomodando existe”, consideró.

Mirando comparables
Por su parte, si bien los bonos cotizan en máximos históricos, la deuda local todavía opera con tasas por encima de sus comparables.
Los rendimientos del 8,5% al 10% en los distintos tramos de la curva se encuentran por encima de los 7% al 8,5% en promedio que rinden los comparables, por lo que aún podría existir potencial alcista adicional en la renta fija local.
Así, si la deuda extiende su avance, las acciones también podrían verse favorecidas con ganancias adicionales ya que un aumento mayor en los títulos soberanos podría hacer bajar aún más el riesgo país y con ello empujar al alza a la renta variable.
El asesor financiero, Maximiliano Tessio, detalló que la dinámica entre los bonos y las acciones ha sido dispar en el último mes, aunque con retornos similares.
“A un mes de las elecciones, vemos que renta fija y variable nos dejan en un mismo nivel de ganancias (+30% en dólares aproximadamente), pero la suba en acciones se concentró en los primeros días, a diferencia de los bonos que subieron a menor ritmo, pero de forma sostenida hasta el presente”, explicó.
En este sentido, Tessio remarcó que sigue siendo constructivo tanto con bonos como acciones argentinas.
“El camino de compresión de riesgo país luce mucho más probable en el corto plazo, aun a pesar de la no acumulación de reservas, y con ello la posibilidad de capitalizar el muy buen upside que ofrecen, sobre todo la parte larga de la curva”, dio Tessio.
Sobre las acciones, Tessio consideró que cree que sigue habiendo una historia para mayores mejores en los papeles de bancos y de Oil & Gas.
“En bancos vamos a ver en estos días pésimos balances, algo que ya está en gran medida incorporado en precios, pero no será neutro. No obstante, observando el potencial de expansión del crédito en lo que ahora es una economía normalizada, nos permite ser muy optimistas y ver estas caídas como posibilidad de compra. En Oil & Gas vemos buenos balances y mucho valor”, recalcó Tessio.

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