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El canje de la deuda que hiciera Martín Guzmán en el 2020 nunca sirvió para despertar confianza de los inversores extranjeros. Todo lo contrario: desde su cierre, los inversores locales le dieron salida a los tenedores extranjeros de GD30, GD35 y GD38 por u$s 4800 millones según datos estimados por la consultora 1816 basados al último informe de Balanza de Pagos del INDEC.
En el GD30, la tenencia de los locales pasó de 7% a 25% de la emisión total de ese bono, lo que representa cerca de u$s 2900 millones en valor nominal.
La Argentina nunca recuperó el crédito internacional a pesar del acuerdo de restructuración cerrado por el primer Ministro de Economía de la gestión de Alberto Fernández.
No sólo Martín Guzmán demoró demasiados meses en cerrar la operación, sino que lo hizo sin un acuerdo en simultáneo con el FMI, lo que le restó credibilidad a la operación.
recuperación y fuga
En paralelo, el rojo fiscal siguió siendo elevado y la pandemia puso al descubierto las fragilidades de la economía doméstica. Los nuevos bonos, con muy bajos cupones de interés, tampoco incentivaban a sus tenedores a mantenerlos en cartera.
Ahora, los locales, más allá de la foto al 30 de septiembre pasado, están nuevamente incrementando su participación en la plaza doméstica. ¿La razón? Las tenencias de bonos del Gobierno están exentas para el cómputo de la declaración jurada del impuesto a los Bienes Personales que se hace al 31 de diciembre.
La mayoría de las compras que se están observando en las últimas jornadas de papeles argentinos -el riesgo país descendió a 2080 puntos-, obedecen a posicionamientos con base en esa estrategia impositiva.
El propio sector público también es comprador de deuda del Tesoro en circulación. El principal actor en este sentido es el Fondo de Garantía de Sustentabilidad del ANSeS, con el flujo de fondos mensual proveniente de los aportes jubilatorios.
El Banco Central participó en operaciones de compra pero centralizada en la deuda en pesos, especialmente durante la corrida sobre los bonos en pesos desatada en junio, en los últimos días de gestión de Martín Guzmán.
¿Volverán los inversores a la deuda pública?
¿Volverán las apuestas de inversores extranjeros a la deuda pública? En parte ya están retornando con la suba que producida en los mercados emergentes.
Los papeles argentinos tienen una alta dependencia de la tendencia que lleven a cabo los de la región y algunos analistas sostienen que sus precios están explicados en un 65% en función a lo que sucede en emergentes.
La expectativa de que se acerca el fin a la suba de las tasas en Estados Unidos gatilló el renovado flujo de fondos a mercados emergentes.
Incertidumbre política
La duda principal para inversores extranjeros pasa por el gobierno que asuma el 10 de diciembre de 2023. Hay incertidumbre sobre el candidato de la oposición y luego, sobre si podrá llevar a cabo las reformas necesarias para encarrilar la economía argentina.
En 2015, los inversores se anticiparon y se posicionaron en activos argentinos antes de la asunción de Mauricio Macri. En esta ocasión, una buena parte de los fondos extranjeros optará por el "ver para creer".
Las paridades de los bonos globales argentinos siguen a precios de remate, más allá de la reciente suba, y en torno al 27%. Tras el canje estaban en torno al 40%. La huida fue con caída fuerte de precios.
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