

Aún en el contexto macroeconómico tóxico que ofrece la Argentina desde el año pasado, existen inversores interesados en detectar en forma temprana el desarrollo de empresas de base tecnológica. Julia De Luca, technology specialist and institutional equity de banco Itaú en Rio de Janeiro, trabaja en la detección de esas apuestas a futuro en toda la región y dice que la Argentina todavía es un terreno fértil donde buscar estas apuestas. Estuvo en Buenos Aires el mes pasado en la 6° Conferencia Anual de Itaú BBA en Buenos Aires.
¿Cómo se logra atraer inversiones a tecnología a la región?
Nuestro trabajo es más bien el de conectar inversores interesados con los proyectos que existen, lo que en un principio era muy difícil. Es muy importante para invertir en empresas tecnológicas entender como funcionan, como se valúan. Muchas de estas empresas invierten todo su capital e ingresos en desarrollo y crecimiento, pueden pasar años sin dividendos. Pero la clave no está en la valuación hoy, sino el precio que puede tener dentro de 10 años.
¿Existen esos inversores en la región?
Son los mismos institucionales que antes invertían en Nasdaq, que ahora buscan llegar antes de que salgan a emitir acciones. Son inversores muy especializados los que se necesitan para evaluar estos proyectos, por lo tanto provienen de ese mercado. Es un perfil muy particular, porque de 500 empresas 1 es la correcta. Y hay que estar dispuesto a tomar el riesgo.
¿Y es posible encontrar esas empresas nacientes en Argentina a pesar de su contexto económico?
Argentina es un país muy avanzado en tecnología, los 3 primeros unicornios de la región surgieron de acá. En ese sentido, lo macroeconómico es muy importante, pero no todo. Lo regulatorio, también tiene su papel, por ejemplo es un riesgo en el caso de las fintech. Pero en este tipo de empresas, esos factores no lo son todos, cuando vemos a los empresarios del sector vemos que están muy educados, muy especializados y lo que les falta es precisamente la liquidez de un mercado de capitales local que no les alcanza. En ese sentido, el camino desde la captación de inversores hasta una eventual emisión inicial de acciones en Nasdaq que muchas empresas locales de base tecnológica están en condiciones de transitar y, de hecho, lo están haciendo.













