

Los futuros de los índices de acciones en Estados Unidos sufrían una brusca caída el lunes, porque la agencia calificadora Standard & Poor’s recortó la nota de crédito máxima de AAA de Estados Unidos, lo que asustó a los inversores.
La decisión de la agencia se produjo tarde el viernes tras una semana inestable para las bolsas -la peor en más de dos años-, porque los temores por las débiles perspectivas económicas y el fuerte endeudamiento público que pesan sobre las economías desarrolladas afectaba la confianza.
El impacto del recorte de calificación de S&P se sintió en Asia y Europa. El índice bursátil de Japón, el Nikkei, cayó 2,2% al cierre el lunes, mientras que el índice FTSEurofirst 300 de acciones europeas líderes perdía 1,8%, tras un repunte luego de que el Banco Central Europeo compró bonos españoles e italianos.
Peter Cardillo, economista jefe de mercado de Rockwell Global Capital, dijo que esperaba una reversión de la tendencia dentro del día tras fuertes bajas en la apertura, parecido a lo que ocurrió el viernes.
“El mercado está groseramente sobrevendido, las valoraciones son atractivas y creo que el mercado, en este punto, ya ha descontado una desaceleración del crecimiento”, añadió.
Los futuros del S&P 500 caían 24,8 puntos, los futuros del promedio industrial Dow Jones perdían 213 puntos y los futuros del Nasdaq 100 bajaban 49,25 puntos.
La fuerte corriente vendedora de la semana pasada barrió con cerca de u$s 2,5 billones en valor de las empresas en el mundo.
Las acciones relacionadas con los recursos naturales estarán presionadas. Los precios del crudo perdían 3,3% a u$s 84 por barril por el temor sobre el panorama económico, mientras que el cobre caía a un mínimo de cinco semanas.
La confianza se debilitó después de que S&P rebajó la calificación de crédito de largo plazo de Estados Unidos en un escalón a ’AA+’ la tarde el viernes, por temores acerca de la situación de deuda de la mayor economía mundial.
La rebaja puede aumentar eventualmente los costos de endeudamiento para el Gobierno, las compañías y los consumidores estadounidenses.













