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Los bonos soberanos en dólares cerraron el viernes con tono negativo, en una rueda de toma de ganancias tras el rally previo. La corrección fue moderada pero generalizada, más visible en los Globales largos, mientras que los tramos cortos y medios mostraron algo más de resistencia.
En la curva bajo ley extranjera, el GD29 y GD30 retrocedieron alrededor de 0,2%–0,4%, mientras que los GD35, GD38 y GD41 ajustaron entre 0,6% y 0,9%. Las TIR repuntaron levemente.
Los Bonares acompañaron el movimiento, con bajas algo más desordenadas. El AL29 y AL30 corrigieron cerca de 0,5%, y el AL35 mostró una caída algo mayor. No hubo ventas de pánico: fue ajuste técnico, no cambio de humor.
El riesgo país volvió a ubicarse en torno a las 570 unidades, todavía muy cerca de los mínimos del año.
En el balance de la semana, los bonos cerraron en positivo, pese al recorte del viernes. El anuncio oficial sobre cambios en el esquema cambiario y el programa de acumulación de reservas fue el principal catalizador: mejoró la previsibilidad, reforzó la narrativa de normalización y volvió a poner el foco en 2026, no en el próximo vencimiento.
ADR y acciones
Las acciones de empresas argentinas que cotizan en Wall Street cerraron en rojo. Las caídas superaron el 2% y las encabezó Supervielle y Banco Macro. En Buenos Aires, el S&P Merval tuvo una jornada negativa y cerró apenas sobre los u$s 2000.
En Wall Street, las acciones estadounidenses subieron impulsadas por un rebote de los papeles tecnológicos de cara a las últimas semanas del año, que compensó la fuerte caída de las acciones de consumo, como Nike.
Las megacapitalizadas extendieron las ganancias del jueves, cuando las sólidas proyecciones del fabricante de chips Micron Technology reavivaron el optimismo en torno a las acciones vinculadas a la inteligencia artificial, que venían bajo presión por valuaciones exigentes y preocupaciones sobre el financiamiento.