El Banco Central hizo este viernes un pago al Fondo Monetario Internacional (FMI) por unos u$s 825 millones en concepto de intereses. Las reservas cayeron hasta u$s 40.260 millones desde los u$s 41.013 millones que habían marcado el miércoles (Día del Bancario de por medio) en consecuencia. Se trata de un desembolso al organismo internacional de crédito que estaba previsto para la semana pasada, pero finalmente no se realizó porque el BCRA cerró octubre con una merma en sus reservas internacionales, que bajaron de u$s 40.495 millones a u$s 39.382 millones entre el jueves y el viernes, según datos oficiales. La caída, atribuida en gran parte a operaciones de cierre de mes de bancos extranjeros, se revirtió en el inicio de noviembre, como era esperable, y por eso se postergó el pago. En total, los compromisos de noviembre organismos internacionales ascienden a u$s 1038 millones. Este el último pago del año que el Gobierno debe hacerle al Fondo en el marco del acuerdo que renegoció la actual gestión con el organismo. Este pago estaba previsto que se cubriría con un desembolso de u$s 1000 millones del FMI, vinculado a una nueva revisión del programa. Sin embargo, la última negociación postergó las auditorías hasta enero, por lo que no habrá nuevos giros del organismo en lo que resta del año. El Ministerio de Economía tuvo que comprarle al BCRA dólares para realizar este pago, que se hizo con Derechos Especiales de Giro (DEGs) que estaban en manos del regulador monetario. A tal fin, el Tesoro tuvo que hacerle una nueva cancelación de Letras Intransferibles al Central. Hacia adelante, el cronograma de vencimientos no luce fácil. “Descontando los desembolsos del FMI y la deuda intrasector público y asumiendo que los compromisos con otros organismos internacionales se refinancian, los vencimientos de deuda en moneda extranjera el próximo año ascenderían a unos u$s 12.800 millones”, indica un informe de la Fundación de Investigación para el Desarrollo (FIDE). Señalan que, con el respaldo de los Estados Unidos, dicho perfil de vencimientos luce menos desafiante, lo que se reflejó en el fuerte retroceso del riesgo país, que cayó de la zona de los 1100 puntos básicos hasta ubicarse por debajo de los 700. “Con el swap con Estados Unidos y si llegan los fondos de los bancos internacionales, se despejan bastante los vencimientos y el problema de la deuda para 2026, pero los problemas de la economía argentina tienen que ver con que no logra acumular reservas genuinas y son los mismos que antes de las elecciones. Necesita todo el tiempo fuentes extraordinarias de dólares para cubrir los baches”, dice Pedro Gaite, economista jefe de FIDE a El Cronista. Así, no descarta que, “si el Gobierno no hace lo que tiene que hacer, las tensiones cambiarias van a volver”. Y es que, tal como indica el informe de FIDE, “siempre es bueno recordar que, en la economía argentina, las necesidades de financiamiento externo no se agotan en los compromisos de la deuda o en la cobertura de un eventual desequilibrio de la cuenta corriente, sino que es necesario computar los requerimientos originados en la formación de activos externos del sector privado”. Consideran que se trata del componente de la cuenta capital que mayor capacidad desestabilizadora ha tenido a lo largo del tiempo. “De acuerdo a los resultados del balance cambiario, entre mediados de abril —cuando se liberó la compra de dólares para personas humanas— y septiembre se fueron por esta vía u$s 24.500 millones, en términos netos", alerta el reporte.