El futuro de la deuda CER llegó a la política: la oposición pronostica crisis preelectoral

Los precios de los bonos en pesos se desplomaron con pérdidas que llegaron al 13% en los de largo plazo como el Cuasipar. La sensación en el mercado es que no hay un ancla en la economía, con los precios al consumidor trepando a un ritmo de 75% en el año y un rojo fiscal que en lugar de reducirse se está ampliando. Martín Guzmán enfrenta serias dificultades para renovar vencimientos de la deuda pero también para financiar el creciente déficit primario de las cuentas públicas, que en 2022 llegaría a 3,25% del PBI. Hace pocas jornadas los economistas de la oposición se mostraban en alerta por el festival de bonos que estuvo emitiendo Martín Guzmán con cláusula CER principalmente. Con concentración de vencimientos en los primeros dos años de gestión, existen chances de que el próximo gobierno se vea obligado a renegociar la deuda, tanto en pesos como en dólares. Algunos allegados a Juntos por el Cambio analizaban alertar a inversores por ese festival de bonos y por las complicaciones que creaba para el cumplimiento en tiempo y forma de los pagos a los tenedores. Esa posición no tuvo demasiado apoyo interno dado que podría ser leída como un sabotaje a la gestión de Alberto Fernández en los últimos meses de su mandato. Recuérdese que en los últimos meses de la gestión de Ricardo Alfonsín, Guido Di Tella y Domingo Cavallo alertaron sobre el pago de la deuda y la suba del dólar lo que redujo el margen de maniobra del gobierno radical que ya de por sí en 1989 era mínimo. "El propio mercado les está diciendo a los funcionarios que no están en condiciones de refinanciar la deuda en el entorno actual de la economía", señaló ayer a El Cronista un economista del PRO con influencia en la toma de decisiones. "Si no dan un giro en la política económica, es altamente probable que en algunos meses no van a poder seguir renovando vencimientos" agregó la fuente que pidió reserva de nombre. El ministro Guzmán se encuentra jaqueado por varios frentes, los que en definitiva inciden en la caída de los papeles domésticos. El rojo fiscal en lugar de reducirse aceleradamente, se incrementa con una dosis de contabilidad creativa para camuflar mayores desvíos. Lo mismo sucede con la acumulación de reservas y el financiamiento del BCRA al Tesoro Nacional. Pese a ser los meses de alta liquidación de divisas por las exportaciones de soja, la entidad que preside Miguel Pesce no puede sumar reservas por montos significativos. Los pagos de energía no sólo vacían las arcas del BCRA sino que amplían el rojo de las cuentas públicas. Las licitaciones de deuda, dos por mes, que hará el Ministerio de Economía serán determinantes para medir si las expectativas hoy de los agentes económicos están en lo cierto. Este mes vencen $ 500.000 millones y un monto similar en septiembre. Las empresas privadas con deuda CER ofrecen menos retornos, menor riesgo en definitiva, que los bonos de Guzmán. El mundo al revés. El contexto internacional tampoco ayuda para aliviar el preocupante escenario que se plantea para la economía local. Lo único claro es la oscuridad existente para los meses venideros en materia financiera. Requiere, para revertirlo, un brusco giro en la política económica oficial. Difícil que ocurra.

El futuro de la deuda CER llegó a la política: la oposición pronostica crisis preelectoral

El nuevo derrumbe de los bonos en pesos presagia mayores dificultades del Gobierno para obtener financiamiento. ¿Podrá renovar vencimientos de junio y septiembre cada uno por $ 500.000 millones?

Guillermo Laborda

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