

En Nueva York hay un frenesí por la Argentina. El interés de los inversores es impresionante, la da la sensación de que el bono a 10 anos va a lograr salir con una tasa más cercana a 7,5% que a 8%. Incluso, este bono va a estar sobresuscripto dos veces.
Finalmente, la emisión será de u$s15.000 millones, con lo que para hacer frente a los vencimientos de este ano, el Gobierno va a necesitar algo de financiamiento adicional en el mercado local, calculamos unos u$s2.000 millones más, dado que no volvería al mercado internacional en 2016.
Esta emisión va a poner una buena referencia para futuras colocaciones provinciales, que saldrían al mercado con u$s150 millones promedio por encima del bono soberano.
El entusiasmo de los inversores depende del momento en el que Argentina vuelve al mercado. El timing ha sido muy afortunado: los mercados emergentes en un contexto favorable, con un Banco Central Europeo muy expansivo y pocas emisiones recientes.
El equipo de Prat Gay además ha sido muy hábil en limitar esta emisión a u$s15.000 millones, para dar la sensación de escasez de papel, por mas que sea una colocación récord.
Todos están buscando yield con una buena historia, con potencial ganancia de capital, y esto se los da, por mas que conocen los riesgos.













