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El dólar minorista que ofrece el Banco Nación cotizó a $ 1380 en el cierre de julio, trepó así 4,2% (nada menos que $ 55) en una sola jornada y acumuló un alza de 14% en el mes. Subió $ 150 (+12,2%) desde el inicio de la flotación entre bandas, el 14 de junio, cuando cotizaba $ 1230, y este jueves marcó un nuevo récord nominal, que, además, lo pone a unos $ 20 de distancia de un nuevo valor que funciona como barrera psicológica en la City, los $ 1400. El mercado mira con preocupación esta dinámica y analiza lo que viene.
Camilo Tiscornia, director de CyT Asesores Económicos, señala a El Cronista que lo que impulsa al dólar es una combinación de elementos. "Sobre todo, el contexto electoral genera mucha incertidumbre y una consecuente demanda de dólares, por otro lado, cayó fuerte el ingreso de divisas de la cosecha y, finalmente, fue fundamental el fin de las LEFI", detalla.
Dólar y tasa: en busca del equilibrio
"Todo el ruido electoral y la salida del viejo régimen monetario basado en las LEFI fue un poco desprolijo y el mercado trata de encontrar cuales son los nuevos valores de equilibrio de tasa y dólar", resume Martín Sarano, economista de la Fundación Internacional Bases.
Por otro lado, menciona que, si bien el Tesoro "sale a cubrir 'huecos de demanda' con la compra de bloques grandes, no cubre 'huecos de oferta', que hoy son muchos, por un lado, porque es invierno y no hay excedente exportable de gas y petróleo, y por otro, porque el nuevo esquema de retenciones arranca este viernes y esta semana la liquidación del agro fue muy baja".

Para el economista Pablo Ferrari, lo que se da en los últimos días "es una suba que estaba postergada desde el 14 de abril, cuando se anunció el ingreso de los dólares del Fondo Monetario Internacional (FMI)". Advierte que es preocupante que las supertasas no sirvan para dar respuesta a la situación.
Dólar alcista y consecuencias
Pero la clave está en las consecuencias que esto puede tener en la economía y en los planes del Gobierno hacia adelante más que en las causas.
"Es una suba agresiva, que creo que descompagina un poco la expectativa que tenía el Gobierno de mantener la calma cambiaria de cara al comienzo de agosto. No obstante, creo que los vaivenes del dólar siguen desconectados de la dinámica de precios (por ahora) y es la mejor noticia que el equipo económico podría tener en este momento", analiza Eric Paniagua, de Epyca Consultores.
Para él, la flotación de las últimas semanas tiene poca correlación con la inflación. Ese es un tema clave hacia adelante, si hay passs throug a precios o no, junto con lo que pueda pasar en las tasas. Si sigue la presión, será un problema para a economía, piensa gran parte del mercado, mientras que otros le restan importancia.
Un desafío hacia adelante
"Es un riesgo que el Banco Central (BCRA) tenga que empezar a inyectar dólares a la economía, tal como planteaba Milton Fridman que se genera el fenómeno inflacionario", apunta Ferrari. Advierte que, "si el dólar oficial se incrementa un 2,5% más, llegará al techo de la banda" y el BCRA puede verse forzado a intervenir de manera directa en ese caso, lo que implicaría vender dólares en el mercado.
Por el momento, as intervenciones que hace son de manera indirecta, principalmente, en el mercado de futuros. De hecho, Tiscornia considera que se jugó una pulseada este jueves por el valor de cierre de dólar futuro en el mes de julio. "El BCRA estuvo vendiendo futuros, según revelaron varias voces en la City y el resultado de estos contratos depende de cuánto coticen a fin de mes", apunta.
En palabras de Leo Anzalone, director de CEPEC: "El dólar futuro no es una compra real de divisas. Es un contrato que se liquida en pesos, por la diferencia entre el valor pactado y el dólar oficial al vencimiento. Si compraste a $ 1340 y el oficial cierra a $1355, ganás $15 por cada dólar y el principal oferente es el BCRA, que este año colocó cotratos por u$s 6000 millones a fin de contener expectativas de devaluación". Así, advierte que, si bien la intervención es una herramienta válida, cuando deja resultados tan desalineados con la lógica de mercado, es necesario revisar su diseño y ejecución.
Otro problema que tiene el oficialismo hacia adelante es la tasa. Se colocaron instrumentos con rendimiento de 4% mensual en la última licitación y los vencimientos son muy cortos. Eso, hacia adelante es un problema al igual que el bajo nivel de rolleo que se logró y que le mete presión al tipo de cambio.
Hacia adelante, el Gobierno no la tiene fácil, de hecho, tuvo que salir con una medida de urgencia, que subió los encajes de los bancos para instrumentos money market y las cuentas vista, en ambos casos se elevaron al 40%. Esto ejerce presión sobre los rendimientos y limita la capacidad de los bancos para acceder a liquidez con esos instrumentos.
No obstante, Sarano anticipa "va a empezar a ver más oferta de dólares a partir de la semana que viene y más aún en la segunda mitad de agosto, cuando se empiece a liquidar la cosecha fina para financiar la siembra de la próxima campaña".
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