El volumen en el mercado de futuros del dólar suele concentrarse en los contratos más cortos, pero, en el último tiempo, se ve una disparada en los más largos y, en particular, en el de diciembre.
El mercado sospecha que hubo cierta intervención del Banco Central (BCRA) en los contratos. Las estrategias de cobertura cambiaria no han resultado efectivas en la gestión de Milei ya que el peso se apreció. Sin embargo, con el fin de la cosecha y ingreso de la carrera electoral, los analistas comienzan a verlo como posibilidad.
Más volumen en el contrato de diciembre
Hay un dato que está llamando la atención entre los analistas e inversores en el mercado es el aumento del interés abierto y del volumen que está recibiendo el contrato de diciembre en dólar futuro en A3 Mercados.
El interés abierto pasó de u$s 2800 millones a u$s 4800 millones, lo que provocó que el interés abierto también se dispare a niveles por encima del 20%.

La curva de dólar futuro se desplazó al alza en las últimas semanas, aunque aún se ubica debajo de los valores más altos, que se registraron el 6 de mayo pasado.
El mercado proyecta un dólar oficial en $1230 en junio, que salta a $1252 en julio y $1300 para septiembre. El año lo finalizaría en $1373 y un dólar oficial en $1455 en abril de 2026.
Los analistas señalan que el mercado se va preparando para el trade electoral, y que el Gobierno podría estar interviniendo.
Juan Manuel Franco, economista jefe de Grupo SBS, remarcó que el nivel de la curva de dólar futuro, y en especial el interés abierto en el contrato de diciembre, luce como un tema relevante en el mercado actualmente.
"Se trata de un interés abierto superior al de posiciones más cortas, algo que usualmente no suele ocurrir. Consideramos que, si bien no ha habido ninguna confirmación oficial, podría haber habido intervención por parte del BCRA para contener la curva y dar volumen en el contrato a seis meses, para evitar potenciales episodios de tensión de cara a las elecciones y a fin de año", dijo Franco.

Una de las sospechas que tiene el mercado es que el hecho de que el volumen de diciembre haya tenido tanto protagonismo es porque el Gobierno estaría garantizándoles una tasa en dólares también a los inversores del extranjero que ingresaron al Bonte 2030.
De esta manera, y dado que tienen la obligación de permanecer 180 días, el contrato de diciembre calza justo con los plazos de dicha restricción.
Los analistas de Rava Bursátil remarcaron que en los últimos días, los contratos de dólar futuro a diciembre mostraron un fuerte rebote hasta $1330 y se convirtieron en el segundo vencimiento con mayor interés abierto (solo superado por junio).
En este escenario, desde Rava agregaron que uno de los posibles factores es la cobertura de las posiciones derivadas por la reciente suscripción del "BONTE" 2030, que no se encuentra alcanzada por la permanencia mínima de 180 días si se busca tener acceso al "MULC".

Los analistas de Don Capital advierten que por segundo mes consecutivo, el fin de mes e inicio del siguiente registra una atípica volatilidad en el mercado cambiario.
"Si bien, en mayo se explica por varios factores, hay uno que parece sobresalir sobre los demás. Para empezar, el lunes 2 de junio las provincias deben afrontar vencimiento de deuda por u$s 400 millones (CABA, Salta y Córdoba). Por otro lado, la reciente colocación del BONTE 2030 para tenedores internacionales dispara un mayor apetito de cobertura en el mercado ROFEX", indicaron.
Además, agregaron que la liberalización del mercado cambiario para las personas físicas produjo un cambio de hábitos, al permitir la compra de dólares para ahorro o con el fin de cancelar consumos con tarjetas de crédito en el exterior (dado que el pago en pesos es 30% más caro).
"Así, los últimos días de abril y mayo registraron mayor presión sobre el mercado cambiario que no logra ser compensado por la mayor oferta de dólares de la estacional liquidación del sector agropecuario. Sin embargo, esta presión debería disiparse sobre entrado el mes siguiente", explicaron.
Presión cambiaria
El mercado mira de reojo también la tensión cambiaria en medio de un aumento en las importaciones y deterioro en las exportaciones a causa de un peso muy fuerte.
Las tasas de devaluación esperada implícitas en los contratos de dólar futuro son del 22,9% (TEA) para junio, saltando a 26,5% en promedio para los tres meses siguientes.
Para el último trimestre del año, las tasas implícitas son de entre 24,5% y 25,5%.
Finalmente, para 2026, las tasas de devaluación esperada en A3 Mercados se estacionan en 24,5% promedio.

Desde Rava detallaron que la suba en el dólar oficial implicó una mayor presión en los dólares futuros.
"Una creciente demanda de importaciones (originada en el rebote de la actividad del mes de abril y en la flexibilización de restricciones para el comercio de algunos sectores) le dio impulso al precio "spot" hacia el centro de las bandas, situación que suele trasladarse a una suba generalizada en los precios de los contratos a lo largo de la curva", comentaron.
Por su parte, Rodrigo Benítez, economista jefe de MegaQM, detalló que el avance del dólar futuro lleva a un interrogante sobre si las tasas reales se están sosteniendo en niveles altos, alto que puede afectar a la parte cambiaria.
"Uno de los objetivos del programa es avanzar rápido hacia la desinflación y ahí choca la necesidad de una tasa real alta que contenga el tipo de cambio y que favorezca el aumento del endeudamiento en moneda extranjera", dijo.
Además, explicó que el trade off que analizan las empresas para decidir si se financian en pesos o en dólares pasa justamente por comparar las tasas de los créditos en ambas monedas, pero deben tener en cuenta también el costo de la cobertura cambiaria.
"Es importante que las tasas en dólares ajustadas por el costo de cobertura cambiaria (A3), sea menor que el costo de financiarse en pesos. Para que eso suceda es importante que el costo de cobertura sea bajo y para ello se necesita un volumen de operaciones más alto y una tasa de referencia más baja para los contratos de futuro", ´sostuvo Benítez.
Por su parte, y dentro de este contexto, desde Rava remarcaron que las tasas de dólar futuro se ubican debajo de las tasas en pesos.
"A pesar de la reciente suba, las tasas nominales anuales implícitas en el mercado de futuros se encuentran en la zona de 19% a 25%, mientras que la tasa de política monetaria se sitúa en torno a 29% anual, es por esto que las Personas Jurídicas podrían estar empezando a cubrir posiciones a bajo costo", comentaron.

Inversiones de cobertura
Ya finalizado mayo, la Argentina comienza a atravesar el periodo de mayor liquidación, aunque el mismo se extiende hasta fines de junio.
Sin embargo, dado el nivel de tipo de cambio real y de las importaciones devengadas, habrá que monitorear los flujos de dólar bien de cerca una vez culminada la cosecha gruesa.
Esto podría comenzar a ponerle mayor presión al tipo de cambio spot y al futuro.
En esa línea, Franco explicó que si bien los datos de inflación de alta frecuencia para mayo apuntan a una nueva desaceleración inflacionaria, no es menos cierto que las cuentas externas son un punto clave a monitorear por el nivel de tipo de cambio real actual, y que, de materializarse episodios de tensión cambiaria, podríamos tener algo de presión sobre precios.
"Creemos que el gobierno pudo haber intervenido en futuros para buscar mantener alineados los incentivos en materia cambiaria, con una curva en pesos por encima de la curva de futuros de dólar. Dicho esto, si bien no esperamos episodios de tensión de corto plazo, volvemos a enfatizar que es clave seguir la dinámica de las cuentas externas una vez terminada la cosecha gruesa", sostuvo.
De esta manera, surge el interrogante sobre si conviene o no tomar cobertura.

Lo cierto es que los retornos en las inversiones de cobertura cambiaria no han sido muy beneficiosas este año, y desde la asunción del gobierno de Milei ya que el tipo de cambio se ha apreciado y sin tensiones cambiarias.
Benítez remarco que en los últimos meses, las posiciones de cobertura no han dado resultado como estrategia de retorno total y lucen mucho más orientadas a aquellos inversores o empresas que necesitan una cobertura cambiaria real por sus operaciones.
Además, agregó que ingresar al proceso electoral con un esquema de flotación del tipo de cambio hace que los precios reflejen de manera mucho más directa y transparente la expectativa del mercado con respecto al resultado electoral y su incidencia sobre el tipo de cambio a futuro.
"La flotación nos obliga a cambiar a la forma de pensar, sabiendo que tipo de cambio y tasas de interés son variables endógenas y que por lo tanto pueden tener volatilidad de acuerdo a cómo se vayan acomodando los diferente parámetros económicos, monetarios y financieros", detalló.
En cuanto al posicionamiento, los analistas de Facimex Valores indicaron que, carteras de cobertura deberían priorizar soberanos dollar linked, con rendimientos superiores a los sintéticos.
"Los sintéticos con Lecaps cortas operan con TEAs en niveles neutros (entre -2,3% y +1,2%), mientras el TZV25, el TZVD5 y la D16E6 cerraron ayer con TEAs de entre 7,8-8,8%; un diferencial de rendimientos que compensa su liquidez sustancialmente menor. Para posicionamiento más estructural también vemos valor en corporativos de primera línea", dijeron.
Finalmente, desde Rava aclararon que la necesidad de cobertura de posiciones dependerá del perfil de riesgo del inversor.
"Con el dólar cerca del centro de las bandas y una posición sólida de reservas del BCRA, el "carry trade" a dos meses vista vuelve a aparecer como alternativa para perfiles agresivos. Los inversores conservadores, en cambio, tienden a preferir una ponderación más alta de activos dolarizados/cubiertos en cartera de cara a las elecciones", dijeron.















