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Con la ratificación del régimen de bandas cambiarias y el anuncio del acuerdo comercial de Argentina con Estados Unidos, el dólar oficial cerró la semana a $ 1425 para la venta, $ 90 menos que antes de las elecciones.

Esta nueva estabilidad del tipo de cambio, sumado al reciente triunfo del Gobierno en los comicios legislativos y una menor tensión financiera, ubicó a la economía en una etapa de calma sostenida por la fuerte caída del riesgo político percibido y por expectativas más favorables respecto del programa de reformas que el oficialismo buscará impulsar con un Congreso más favorable.

Este escenario también le aporta al Gobierno un cierto margen para reordenar su política cambiaria sin depender exclusivamente de la estabilidad nominal como ancla antiinflacionaria. No obstante, hay quienes advierten que esta tranquilidad convive con problemas estructurales que el modelo económico no ha logrado resolver.

Así lo marcó en un reciente informe EPyCA Consultores, titulado ´¿Qué cambió desde las elecciones?´, en el que repasó los desafíos que tiene por delante la economía argentina y puso una luz de alerta por lo que puede suceder ante un cambio de estrategia sobre el dólar.

Reservas escasas y el riesgo que sobrevuela sobre un hito importante del Gobierno: qué advierte este informe

Sobre el tipo de cambio, los especialistas señalan que el gobierno logró una “cierta estabilidad cambiaria”. “El 24 de octubre, el tipo de cambio mayorista operaba alrededor de u$s 1.492, y el minorista en u$s 1.510. Esta semana, el minorista se ubicó en torno a u$s 1.420 y el mayorista en u$s 1.410, lo que representa una merma del 5,1% en tres semanas y deja al dólar un 6% por debajo del techo de la banda cambiaria”, indicaron.

Sin embargo, advirtieron que las reservas internacionales “siguen siendo escasas” y no se anticipa una acumulación comercial significativa antes de la próxima cosecha gruesa. Esto, advierte la firma, significa un nuevo incumplimiento de las metas acordadas con el FMI, que prevén una acumulación de u$s 9.000 millones en 2025.

El informe sostiene que el Gobierno buscará subsanar esto “políticamente con un waiver del organismo”. En ese sentido, la estrategia oficial apunta a que la futura compra de reservas implique una “expansión monetaria compatible con una mayor demanda de pesos”.

“En la visión del equipo económico, esa ´re-monetización´ acompañaría la recuperación sin generar presiones inflacionarias significativas”.

EPyCA Consultores

Si bien hay un margen para reordenar la política cambiaria, la consultora advierte que una corrección más agresiva sobre el tipo de cambio puede despertar uno de los indicadores que más sostiene el Gobierno: el retroceso de la inflación.

Una corrección cambiaria más agresiva, si se diera, pueda reactivar un pass-through hoy contenido y trasladarse parcialmente a precios en la medida en que la recesión ceda”, subrayaron.

Inflación

Si bien destaca que la drástica reducción del riesgo político percibido y las mejores expectativas sobre las reformas gubernamentales, el análisis sostiene que no se ha traducido en disminuir las dificultades para profundizar la baja de la inflación.

Puntualmente, el informe subraya que el sendero desinflacionario “se estancó en torno al 2,2% mensual”, con un dato de octubre que volvió a acelerar al marcar un 2,3%, el valor más alto en los últimos seis meses y superior al de enero.

“El Gobierno sigue utilizando las mismas herramientas que en estos meses sirvieron para contener la nominalidad, pero no para reducirla”, advierte el documento, haciendo eco de predicciones anteriores que ya señalaban la insuficiencia de las herramientas utilizadas para reducir la inflación desde niveles mucho más altos.

“Pese a la implementación del régimen de bandas cambiarias y la reciente baja de tasas de interés, la interpretación sigue siendo válida: el Gobierno no encuentra nuevas herramientas para reducir una inflación que como mínimo se amesetó en estos meses. En general, los problemas que venimos señalando hace un año siguen ahí y deben ser atendidos para evitar que la dinámica de crisis se repita a futuro”, recalcaron.

Tasas de interés y encaje bancario: un panorama complejo

En el ámbito de las tasas de interés, el informe detalla que, si bien las tasas activas para adelantos en cuenta corriente a empresas alcanzaron picos cercanos al 90% antes de las elecciones, a mediados de noviembre se situaron en el 40%.

Aunque esta cifra es significativamente inferior a la inflación contemporánea (31% en los últimos doce meses), Epyca Consultores subraya que aún “debería comprimirse más” para impulsar la actividad económica.

Dos factores críticos que atentan contra este medida tienen a la postura monetaria del BCRA como actor central. Por un lado, con las tasas de referencia “relativamente altas” que operó durante octubre para competir con la demanda de dolarización. No obstante, en la primera semana de noviembre, la autoridad monetaria “comprimió levemente la tasa de absorción” del 25% al 22% TNA, lo que sirvió como señal para la caída de otras tasas del sistema.

Además, el BCRA incrementó sucesivamente los requisitos de encaje aplicables a los depósitos en pesos, pasando del histórico 19%-20% al 53,5% para el 1 de septiembre. Este movimiento, según el informe, buscaba retirar pesos de la plaza para reducir la demanda de dólares, pero tuvo el “daño colateral” de reducir la demanda de otros bienes y servicios, potenciando la recesión.

Si bien el 30 de octubre se modificó la forma de cálculo de los encajes, facilitando la gestión intradiaria de liquidez, no implicó una baja del porcentaje legal. El informe concluyó que, “con una tasa de encaje bancario históricamente elevada, difícilmente los bancos reduzcan las tasas de interés” que ofrecen a sus clientes, lo que hace “inviable una baja del spread cambiario”.