Los bonos soberanos en dólares cerraron este miércoles una rueda mixta, en una jornada marcada por la expectativa tras el dato de inflación y la estabilidad del tipo de cambio. El riesgo país, que durante buena parte del día se mantuvo por debajo de los 600 puntos básicos, terminó con un leve repunte hasta la zona de los 603 puntos, según el índice de JPMorgan. Entre los títulos ley extranjera, los más cortos como el GD29 y el GD30 cerraron con caídas marginales de entre 0,1% y 0,2%, mientras que los tramos medios mostraron un desempeño algo más firme: el GD35 y el GD38 avanzaron en torno al 0,5%, y el GD41 subió 0,2%. Las paridades se mantuvieron estables, con rendimientos entre 8,2% y 10,1% anual, en un contexto de compresión gradual del spread frente a los Bonares. Por el lado de los Bonares el movimiento fue algo más positivo. Se destacaron los AL38 y AL41, con subas de 2,5% y 1,9%, respectivamente, mientras que el AL30 terminó con un leve descenso de 0,1%. El AL35 también mostró una recuperación destacada, con un avance de 2,4%, en línea con el tono comprador que predomina sobre los títulos bajo legislación argentina en las últimas semanas. El mercado opera con cierto optimismo, aunque moderado, sostenido por la expectativa de un programa de recompra de deuda y las señales del Banco Central la futura eliminación del cepo cambiario. Algo adelantó el vicepresidente del Banco Central, Vladímir Werning, quien reforzó el ánimo del mercado al confirmar que la eliminación del cepo llegará, pero solo cuando el proceso de estabilización sea irreversible. La declaración contribuyó a fortalecer la percepción de consistencia del programa económico y redujo el temor a medidas disruptivas. Nicolás Cappella, de IEB, sostuvo que el IPC arrojó un 2,3%, apenas por encima de lo que esperaba el mercado, “pero sin mucho sobresalto”. Según el analista, el dato deja buenas perspectivas para el mes en curso, ya que la baja del tipo de cambio “va a servir para anclar la parte de bienes del IPC”. En renta variable y soberanos, Cappella indicó que “acciones y bonos mostraron leves verdes, pero firmes”, mientras el mercado se mantiene expectante ante “mayores novedades sobre el nuevo esquema cambiario y la recompra de bonos”. El analista recordó que el ministro Luis Caputo “dejó entrever que están sopesando varias opciones para el pago de la deuda en enero y que en breve habrá novedades”. Finalmente, destacó que “sigue el buen ánimo en el mercado, con los mismos drivers en mira para las próximas semanas: la inflación de alta frecuencia —para ver si la desinflación vuelve a avanzar— y las definiciones sobre el esquema cambiario, el cepo y la recompra de deuda”. Por su parte, Gustavo Gardey, cofundador de Bull Road Investments, dijo a El Cronista que, los bonos siguen con leves alzas, aunque sobre el cierre de la rueda algunos títulos terminaron en terreno negativo. Gardey recordó que, en perspectiva histórica, la Argentina suele operar con un riesgo país entre los 800 y 1000 puntos, por lo que la actual compresión representa un cambio relevante. “Si bien hoy contamos con el respaldo de Estados Unidos, el mercado necesita uno de estos dos factores: que el Gobierno logre aprobar reformas de fondo en el Congreso y/o que acumule una cantidad suficiente de reservas. Solo así, más allá del apoyo externo, el país podrá demostrar que tiene recursos propios para afrontar sus compromisos”, explicó. El analista remarcó además que el Tesoro acumula reservas, la liquidez se expandió y las tasas se derrumbaron. En ese contexto, los bonos más cortos bajo legislación extranjera (GD29 y GD30) ya rinden en torno al 8,1% y 8,8%, respectivamente. Gardey también subrayó el fuerte movimiento de la curva en pesos. “Los bonos en moneda local subieron con fuerza, comprimiendo rendimientos a niveles mucho más normales. Con una inflación del 2,3% en octubre, la tasa efectiva anual se ubica en 31,37%, lo que deja tasas reales positivas más cortas”, explicó. “Es lógico que la Argentina mantenga tasas reales positivas para fomentar el ahorro. Sin embargo, llegamos a ver tasas reales en torno al 40% o 50%, y hoy se ubican por debajo del 10% en muchos casos, incluso por debajo del 5%. Este es un factor a monitorear, porque más temprano que tarde se transformará en crédito para la economía, impulsando nuevamente la reactivación”, concluyó. Los papeles de empresas argentinas que cotizan en Wall Street subieron más de 4 por ciento. Lideró las ganancias Telecom Argentina (+4,4%); Ternium (+3,8%) e Irsa (+3,6%). En la plaza local, el S&P Merval mantuvo la nota positiva aunque moderó la fuerte suba y sobre el final de la rueda buscó una tendencia mixta. Las acciones líderes ganaron más de 6% para Sociedad Comercial del Plata; Loma Negra (+3,7%) y Telecom (+3,5%). El último informe de Bind Inversiones recordó que, en octubre el gobierno federal de EE.UU entró en un nuevo “apagón” tras el fracaso del Senado en aprobar tanto la propuesta demócrata para extender los subsidios de salud como el plan republicano de financiamiento temporal. Con cerca de 4 millones de empleados federales sin garantía de pago, el cierre afecta desde servicios públicos hasta agencias regulatorias y podría generar pérdidas de miles de millones de dólares diarios, en niveles similares al shutdown de 2018-2019, cuyo costo económico se estimó en unos u$s 3000 millones por día. Bind fue claro: el “apagón” ya lleva 43 días, superó la duración del cierre anterior que fue de 35, y sus efectos comienzan a hacerse tangibles. “La Administración Federal de Aviación (FAA) advirtió sobre “estrés operacional” y “fatiga creciente” entre su personal, por lo que ordenó una reducción del 10% en la capacidad de vuelos domésticos para preservar la seguridad”. Y agregó que, solo el viernes pasado se cancelaron más de 700 vuelos, y se prevé un recorte progresivo hasta alcanzar ese 10% semanal antes de fechas clave como Acción de Gracias y las festividades de diciembre. “Ya no se trata únicamente de la falta de datos de inflación o empleo: las consecuencias empiezan a sentirse directamente entre los estadounidenses de a pie”, acotó. Sin embargo, es probable que hoy sea el fin del shutdown. PPI comentó que el lunes, ocho senadores demócratas moderados se sumaron a los republicanos para apoyar un plan que reabre el gobierno hasta el 30 de enero y financia algunas agencias hasta fin del próximo año fiscal. Trump debe firmar la ley después de que pase por la Cámara de Representantes. El proyecto repone en sus cargos a los empleados despedidos, garantiza el pago retroactivo a los suspendidos y bloquea nuevos despidos hasta fin de enero. Queda afuera la extensión de los créditos fiscales que abaratan las primas de Obamacare, eje del reclamo demócrata. “El líder del Senado, John Thune, prometió votar esos subsidios en las próximas semanas, aunque su continuidad después del 31 de diciembre no está asegurada”, indicó el broker. A pesar de las posibles buenas noticias fue una jornada volátil en el NYSE. El Dow Jones subió más de 300 puntos y superó los 48.000; el S&P 500 se mantuvo estable y el Nasdaq cayó, con el foco en las acciones vinculadas a la inteligencia artificial. Los tres principales índices de Wall Street permanecieron con resultados dispares en la última hora de operaciones, mientras los inversores aguardaban la votación en la Cámara de Representantes que podría poner fin al cierre del gobierno estadounidense.