
Uno de los reguladores financieros más importantes de Estados Unidos está haciendo cambios en manera de operar para exigir mayores estándares a los bancos más grandes bajo su supervisión, incluyendo JPMorgan, Citibank y Bank of America.
Al mismo tiempo, la Oficina del Controlador de Moneda (OCC, por sus siglas en inglés) está atravesando un período de autoevaluación en el que se está sometiendo a examen a todo su personal.
Los cambios son impulsados por Thomas Curry, quien conduce la OCC desde 2012. En una entrevista, Curry aseguró que quiere que la agencia sea más proactiva en la identificación de los riesgos que van surgiendo, pero también más transparente en cuanto a cómo supervisa los bancos.
Cuando asumió la dirección, la agencia que ya estaba en el modo recuperación después de haber sido acusada de no haberse desempeñado adecuadamente antes de que estallara la crisis financiera en 2008. La OCC fue criticada luego por no entender las señales de advertencia antes de que JPMorgan informara una enorme pérdida por operaciones de derivados en 2012.
Ahora la agencia (que regula a los bancos nacionales y sucursales estadounidenses de entidades extranjeras, si bien la Reserva Federal regula a los bancos comerciales estatales y los holdings bancarios) espera contar para fin de año con nuevas proyecciones de lo que llama exageradas expectativas para las mayores firmas financieras.
Los bancos, que sostienen que la OCC ya es suficientemente severa, ya no podrán arreglarse con una calificación satisfactoria de la agencia, sino que deberían esforzarse para obtener una nota sobresaliente. Los bancos serán evaluados según la gestión del riesgo, los programas de auditoría y las remuneraciones equilibradas para asegurar que los empleados no cobren más por asumir riesgos excesivos. La junta de directores también será evaluada para garantizar que estén fijando desafíos creíbles a los ejecutivos.
Hay un cambio de postura, aseguró Curry, que agregó que la OCC tiene el poder de suspender o remover directores. Si es una institución grande y compleja, en particular si es de las más grandes, realmente tienen que mantener un estándar más elevado.
Curry está aplicando condiciones más severas en la OCC y hasta llamó a reguladores de Australia, Canadá y Singapur para que evalúen a la Oficina.
Los cambios no fueron bien recibidos por parte del personal de OCC, muchos de los cuales hace décadas que trabajan en la agencia.
La OCC tiene una cultura muy arraigada, que es muy estructurada de arriba hacia abajo, aseguró Don Lamson, socio del estudio jurídico Shearman & Sterling, que trabajó para la OCC durante 30 años. Hay una fuerte cadena de mando. Por lo que será polémica la iniciativa de llevar reguladores externos, teniendo en cuenta esa cultura, agregó.










