
Ratas ubicadas en diferentes continentes colaboraron telepáticamente, en lo que fue el primera estudio neurotecnológico para transmitir pensamientos entre cerebros de animales.
Los científicos entrenaron ratas en Durham, una ciudad del estado norteamericano de Carolina del Norte y en Natal, una ciudad brasileña, para que trabajen juntas en la resolución de problemas a cambio de un trago de agua. En el primer experimento tenían que presionar la palanca correcta que correspondía a una luz indicadora; en el segundo debían distinguir entre aberturas anchas y angostas.
Los electrodos levantaban la actividad cerebral de la primera rata, la codificadora, y alimentaban por internet el cerebro de su pareja, la decodificadora, que tenía las mismas palancas en su jaula pero no recibía información visual sobre qué palanca presionar. Las mejores ratas decodificadoras imitaron a su pareja codificadora el 70% de las veces.
Michel Nicolelis, pionero en la investigación de interfaces cerebro-computadora de la Universidad de Duke en Carolina del Norte, trabajó en los experimentos con científicos del Safra International Institute for Neuroscience de Natal, en su Brasil natal. El científico cree que los experimentos podrían conducir a la creación de una computadora biológica capaz de unir múltiples cerebros.











