
Ya todos en la industria del lujo reconocen la importancia de los turistas chinos para su negocio. Analistas y ejecutivos del sector concuerdan en que en 2010 los consumidores asiáticos representaron la mitad de las ventas de artículos de lujo en Europa.
Según Thomas Mesmin, analista de la consultora Cheuvreux, una tercera parte de los habitantes de China continental eligen hacer sus compras cuando viajan al extranjero, y al menos 75% de ellos prefieren hacerlo en Europa. Hong Kong, y Macao se encuentran entre los otros destinos favoritos de los turistas asiáticos.
Se estima que los consumidores de China continental compraron artículos por un promedio de 11.000 euros en cada viaje a Europa, Singapur o Hong Kong el año pasado.
El atractivo de tales lugares se debe a que los productos de lujo pueden ser hasta una tercera parte más baratos debido a los impuestos a las importaciones que fija China.
Mientras varias industrias luchan por sobrellevar la deprimida demanda resultado de la crisis de la eurozona, es la demanda china de lapiceras Mont Blanc de 400 euros y carteras Louis Vuitton de 2.000 euros lo que permitió al sector de lujo registrar ventas récord por casi 200.000 millones de euros el año pasado.
Sin embargo, para 2012, la asombrosa movilidad de los consumidores de artículos de lujo crea desafíos para los titanes de la industria como Richemont, LVMH y PPR. ¿Deberían elevar los precios en Europa para fomentar que más chinos compren en su propio país? ¿O con eso correrían el riesgo de matar la ya débil demanda proveniente de los europeos castigados por la austeridad? ¿Cómo manejar las costosas inauguraciones de tiendas en China, cuando los consumidores prefieren comprar en Milán, París o Londres? ¿Cómo seducir a los turistas chinos, brasileños, rusos y africanos desde una tienda europea?
Los resultados del primer trimestre informados por las principales marcas confirman que la tendencia del consumo entre las personas ricas está dando nueva forma a la industria.
Después de que el crecimiento promedio de 14% de las ventas globales de artículos de lujo en 2011 superó todas las expectativas, las cifras provenientes de LVMH y Burberry, la cadena británica de tiendas de moda, mostraron una leve desaceleración en el primer trimestre proveniente de China.











