
La televisión está cortando el cordón umbilical. A medida que la audiencia toma control sobre qué mira y cuándo, las compañías que están detrás de los programas más populares empiezan a encargarse la distribución y ganar más dinero de sus éxitos como Game of Thrones y The Good Wife.
HBO, el canal premium de Time Warner, y CBS revelaron que planean vender sus servicios a personas dentro de EE.UU. sin la necesidad que estén suscriptos a un cable o satélite. Es la mayor movida que hacen los canales de televisión tradicionales para llegar al consumidor directamente por Internet, mientras intentan luchar contra los servicios de streaming como Netflix y Amazon Prime.
Los canales están en lados opuestos del espectro. A HBO, hogar de Boardwalk Empire y Girls, solamente se podía acceder si el consumidor estaba subscripto a la TV paga. CBS, cuyos éxitos incluyen The Big Bang Theory, la franquicia de CSI y David Letterman, transmite gratis desde 1941.
Ahora ambos canales venderán suscripciones dirigidas a un creciente segmento de estadounidenses para quienes mirar televisión ya no significa pagar un servicio de cable, esperar que un programa sea transmitido o que una serie se desarrolle lentamente a lo largo de una temporada.
CBS y HBO no serán los únicos por mucho tiempo. ESPN de Disney está programando un nuevo servicio online que transmitirá partidos de básquet. Sony y Dish están comprando contenido para nuevos paquetes de video por Internet. La semana pasada, SoftBank de Japón adquirió DramaFever un sitio de streaming que se especializa en películas y programas de televisión coreanos.
"Paradójicamente, todo esto confirma la importancia de la televisión en la vida de la gente", aseguró James McQuivey, analista en Forrester Research. "La razón por la que estamos prestando tanta atención a HBO y CBS es que sabemos que hay gente que quiere ver esos canales. Los que descubran cómo ofrecer programas de la manera más conveniente estarán en condiciones de generar importantes ganancias".
Los televidentes están viendo más programas online en el momento que ellos eligen, restando poder a los distribuidores que antes retenían el control absoluto sobre el contenido que se transmitía.
Los productores de contenido afirman que sus productos tienen más valor cuando las plataformas proliferan y la programación deja de estar empaquetada. "La creciente disponibilidad de contenido on-demand, ya sea a través de la televisión, grabadoras digitales, video on-demand o transmisión por banda ancha, brinda a los consumidores una mayor capacidad para controlar qué, cuándo y cómo ven su programación favorita," afirmó la semana pasada a los inversores Jeff Bewkes, CEO de Time Warner.
Los servicios de streaming como Netflix y Amazon han demostrado que hay mercado para el video digital independiente de la televisión paga.
CBS y HBO tienen la ventaja de ser dueñas de sus propios y amplios catálogos de programas, mientras que las compañías de streaming compran las licencias de la mayor parte de sus programas. Netflix está comenzando a realizar su propia programación, pero no posee los derechos de su mayor éxito, el drama político House of Cards, en varios de sus nuevos mercados europeos.
"Netflix hizo un maravilloso trabajo para parecerse a HBO, pero no es HBO. No es el dueño del contenido", señaló Bruce Leichtman, presidente de Leichtman Research Group. Pero la pregunta que sobre estos experimentos digitales es si la disponibilidad de más programas de calidad acelerará el giro hacia los programas que ven por Internet, canibalizando quizas las operaciones de cable que pertenecen a los canales de TV.











