El presidente de la Reserva Federal, Jay Powell, enfrentó una gran amenaza la semana pasada al resistir la presión de Donald Trump para aplicar recortes drásticos en las tasas de interés, incluso cuando el principal aliado del presidente en la junta del banco central presionaba por medidas más agresivas. Pero ahora los líderes del banco central deberán afrontar unas semanas peligrosas mientras esperan una decisión de la Corte Suprema sobre si la gobernadora de la Fed Lisa Cook puede ser removida de su cargo mientras su demanda legal contra la decisión de Trump de destituirla avanza en el sistema judicial estadounidense. Los funcionarios están cada vez más preocupados de que, si la Corte Suprema permite la destitución de Cook, aunque sea de manera temporal, eso le dará al presidente luz verde para comenzar a apartar uno por uno a los altos mandos del banco central. "En muchos sentidos, esta decisión lo define todo", señaló Lev Menand, profesor de la Facultad de Derecho de Columbia. El enfrentamiento legal surge después de que Trump, el mes pasado, intentara despedir a Cook por acusaciones de fraude hipotecario, las cuales ella niega. Cook demandó a Trump y logró que un tribunal federal le permitiera permanecer en el cargo mientras el caso se resuelve. La apelación de Trump contra esa medida cautelar está ahora en manos de la Corte Suprema, que la semana pasada dio plazo hasta la tarde del jueves para que el equipo legal de Cook presente su respuesta. El intento del presidente de destituir a Cook conmocionó al establishment económico de Washington, porque despertó serias preocupaciones de que Trump buscaba socavar el derecho del banco central a fijar las tasas de interés sin presiones políticas. "La independencia de la Fed se está desmoronando día a día", dijo Elizabeth Warren, la demócrata de mayor rango en el poderoso comité bancario del Senado, al Financial Times. "Trump ha lanzado un ataque masivo tras otro". Consultado recientemente sobre si la Fed debería ser independiente, Trump respondió: "Debería serlo. Pero creo que deberían escuchar a gente inteligente como yo. Creo que tengo mejor instinto que [Powell]". La decisión de Trump de despedir a Cook -la primera mujer negra en formar parte de la junta de la Fed- se produjo después de que Bill Pulte, director federal de vivienda, aliado cercano de Trump y crítico feroz del banco central, la acusara de fraude hipotecario. El FT informó que el Departamento de Justicia está investigando a Cook, aunque la agencia no la ha acusado formalmente de ningún delito. Cook demanda al presidente por intentar removerla "por causa justificada", un término rara vez puesto a prueba en los tribunales pero que usualmente se interpreta como mala conducta grave. La Corte Suprema permitió recientemente que Trump destituyera a comisionados de agencias independientes, aunque el lunes fijó audiencias para diciembre sobre si puede despedirlos a voluntad. El próximo paso en el caso de Cook podría ser decisivo para definir la capacidad de Trump de forzar la salida de otros seis miembros de la junta de la Fed -quienes votan sobre las tasas de interés y manejan desde la regulación financiera hasta la aprobación de presidentes de los 12 bancos regionales que integran el sistema. "Si [la Corte Suprema concede la petición de Trump], entonces Cook en efecto se queda sin empleo", dijo Menand, de Columbia. "Eso podría llevar al presidente a remover a otros funcionarios". La solicitud de la Corte para recibir la presentación antes del jueves por la tarde podría ser una señal de que acelerará su decisión. Los expertos legales señalan que el tribunal podría ofrecer cierta protección a otros miembros de la junta de la Fed incluso si revoca la medida que mantiene a Cook en su cargo. Reconocer la importancia de que Trump pruebe que existe "causa justificada" para despedirla daría cierta tranquilidad, aseguran. "Si el razonamiento fuera muy amplio, el presidente tendría más posibilidades de remover a otros miembros de la junta. Si fuera estrecho, quizás no se invitaría a más destituciones", dijo Menand. Trump lleva meses lanzando insultos contra Powell, llamando al presidente de la Fed "cabeza hueca" y "idiota" por negarse a recortar las tasas hasta 1%, desde poco más del 4% actual. Sin embargo, Trump dijo este verano que sería "muy improbable" que despidiera a Powell "a menos que tenga que irse por fraude, y es posible que haya fraude". "Los mercados son increíblemente sensibles al tema de la independencia de la Fed y eso es críticamente importante. Es un argumento muy fuerte desde la perspectiva de Lisa Cook", afirmó Carl Tobias, profesor de la Universidad de Richmond. "Se puede argumentar que Trump fue elegido por el pueblo y puede despedir a funcionarios, pero eso socava el mandato que el Congreso estableció en la ley sobre la independencia de la Fed". La semana pasada aprobaron un recorte de un cuarto de punto, a 4-4,25 %, con una votación de 11 a 1, dejando aislado a Stephen Miran, último designado por Trump en la junta de la Fed, quien pedía un recorte mayor de medio punto. Miran -que se incorporó a la Fed la misma mañana de la votación- también se ha quedado solo en pedir medidas agresivas en los próximos meses. El lunes afirmó que la Fed mantiene los costos de endeudamiento unos 2 puntos porcentuales demasiado altos, con el riesgo de "despidos innecesarios y mayor desempleo". Eso chocó con la mayoría de los funcionarios en las últimas proyecciones económicas de la Fed, quienes anticiparon al menos dos recortes de un cuarto de punto este año. "Hay más en el órgano de decisión de la Fed de lo que pensábamos hace unas semanas", señaló Elliot Hentov, jefe de investigación de política macroeconómica en State Street Investment Management. "Están jugando con las reglas. Las reglas del juego se mantienen".