
¿Dónde estaríamos sin China? Es una pregunta que se hacen muchos en el sector de commodities desde hace unos años. Sin embargo, tiene particular resonancia en el caso del oro.
Una explosión de demanda física proveniente de la segunda economía más grande del mundo evitó que una fuerte liquidación se convirtiera en una fuga, y brindó a los inquietos inversores una razón para mantenerse positivos en el metal precioso, cuando la tendencia alcista de 13 años está llegando a su fin.
Y 2013 seguramente será el primer año que China superará a India como consumidor número uno de oro, según Thomson Reuters GFMS. También será la primera vez en que el mayor productor del metal precioso también es el mayor importador y consumidor, señalan en HSBC.
Se calcula que desde que comenzó el año, las importaciones chinas de oro casi se duplicaron a 864 millones de toneladas, según cifras de Natixis, y van camino a superar las 1.000 toneladas por primera vez.
No creo que nosotros comprendamos totalmente el tamaño y el interés del mercado chino y sus implicancias en el precio global, comentó Jeremy East, director global de operaciones con metales en Standard Chartered en la conferencia de la London Bullion Market Association en Roma esta semana. Sin embargo, hay indicios de que la demanda está empezando a disminuir , y los analistas dudan de que otra caída de precios provoque compras rapaces desde el gigante oriental
Este año se reequilibró el mercado del oro. En Occidente, los inversores institucionales recortaron sus posiciones en fondos cotizantes respaldados por oro a la espera de un cambio en la política monetaria de Estados Unidos, que influye mucho en el precio del metal.
Esas ventas fueron contrarrestadas, pero no compensadas en su totalidad, por una explosión de demanda física proveniente del consumidores asiáticos, en particular chinos. India también registró importaciones récord antes de que la demanda cayeran por las regulaciones. Estas compras ayudaron al oro a recuperarse de los bajos niveles de abril y junio de u$s 1.360 y u$s 1.199 respectivamente.
¿Cuál sería el precio del oro si China no hubiera salido al rescate?, preguntó East en Roma. No me habría sorprendido si el oro hubiera alcanzado su nivel de soporte de u$s 1.050.
Las ventas de los fondos cotizantes ahora se detuvieron pero muchos analistas creen que es un respiro temporario y que se reanudarán una vez que esté más claro el cambio de política monetaria de EE.UU.
Tampoco queda claro cuánto de las compras de China provienen del sector oficial y si puede brindar una demanda constante. Los analistas sospechan que el banco central adquirió dos mil toneladas este año para diversificar sus tenencias.
Por otro lado, ni el creciente temor al primer default de EE.UU. hizo subir el valor del oro, que esta semana se ubicó cerca de su nivel más bajo en dos meses. En circunstancias similares en 2011, le metal llegó a u$s 1.900. No hay duda de que el foco está puesto en el cambio de la política monetaria en EE.UU.










