
El gobierno de India propuso prohibir la contratación de niños menores de catorce años, en un esfuerzo por impulsar a los jóvenes a asistir a la escuela y tomar riendas en un asunto que ha manchado la imagen del país como potencia económica en ascenso.
El cambio a las actuales leyes que rigen el trabajo infantil en India impondría un castigo de tres años de cárcel y una multa de 50.000 rupias (u$s 900), para cualquiera que contrate a chicos menores de catorce años sin importar el tipo de trabajo, y a quienes empleen a menores de 18 años para trabajar en industrias peligrosas.
Si la enmienda es aprobada por el parlamento, será una señal que marcará el fin de la larga tolerancia oficial en India al trabajo infantil entre los niños pobres.
Los organismos defensores de los niños y los derechos humanos, como también la Organización Internacional del Trabajo, recibieron la iniciativa como un hito en el debate del trabajo infantil en India, aunque admiten que su aplicación será un gran desafío.










