Ferrari planea este año vender menor cantidad de sus relucientes autos rojos. De esa manera, la marca italiana de vehículos lujosos busca defender la exclusividad de sus productos, en medio de la creciente preocupación por las menores ventas de artículos de alta gama en China.
En el primer trimestre, el gigante asiático registró caídas en las ventas del sector de lujo, golpeado por los temores ligados a la economía y a las medidas drásticas que vienen tomando las autoridades para castigar la corrupción y la entrega de regalos a funcionarios del gobierno.
La decisión de Ferrari también está relacionada con el hecho de que su controlante Fiat apuesta a que puede impulsar sus ganancias vendiendo miles de sus nuevos autos de alta gama Maserati, especialmente a los consumidores de los mercados emergentes.
Uno de los principales argumentos de venta del relanzado Maserati es que viene con un motor Ferrari.
Los analistas sostienen que la demanda de unidades Maseratis estará atada a la imagen de exclusividad que tiene la marca Ferrari.
Este año vamos a vender menos de 7.000 Ferraris, aseguró el presidente del directorio de Ferrari, Luca di Montezemolo desde la casa matriz de la automotriz en Maranello, Italia. Queremos poner el foco en la exclusividad, agregó.
Ferrari el año pasado vendió 7.318 unidades, y obtuvo los mejores resultados contables en su historio debido a las mayores ventas a consumidores de China, Estados Unidos y Medio Oriente.
Montezemolo, una de las personalidades más conocidas del ámbito empresario de Italia, contó que se han vendido 1.800 automóviles en el primer trimestre de este año, 4% más que el mismo período de 2012.
Ferrari está planeando hacer una inversión de 100 millones de euros en los próximos dos años, que le permitirá aumentar su fuerza de trabajo e impulsar la innovación.
Como parte del relanzamiento de Maserati, Ferrari ya destinó 40 millones de euros a elevar la capacidad de producción de sus plantas de motores, que ahora podrán fabricar motores para la marca propiedad de Fiat.
