Más allá de los vaivenes económicos y de las medidas que restringen la compra de dólares en la Argentina, Punta del Este parece no haber sufrido los tsunamis cercanos ni los maremotos globales. En el balneario donde se refugian argentinos, brasileños, estadounidenses y europeos, se están construyendo 79 edificios, según el último informe de Reporte Inmobiliario. En este momento hay un millón de metros cuadrados en ejecución en Punta del Este, que sumarán cerca de u$s 4.000 millones en ventas , define Julio Villamide, director de la sucursal Montevideo de Tizado. Lo que más creció fue La Mansa, de la Parada 20 a la 45 porque hace dos años hubo un cambio de normativa que permitió construir hasta 12 metros de altura, es decir cuatro plantas. Hoy, en esa zona, en primera fila hay 12 emprendimientos en obra. Otro lugar que despertó es Punta Ballena. Tiene siete nuevos edificios, suma Juan Carlos Sorhobigarat, director de Terramar. La bahía de Maldonado está regada de nuevos proyectos. Hay más de diez en la zona de Pinares y en Punta Ballena, en la Loma, también, aporta Ricardo Weiss, director de WSW y Vicepresidente de la Asociación de Promotores Privados del Uruguay.
Un hecho relevante se agrega al pronóstico de sol ininterrumpido para el balneario: la nueva normativa aprobada recientemente que permite la llegada de grandes marcas hoteleras al país, como Hilton o Ritz, y la formación de condo-hoteles, una tendencia que crece en todo el mundo pero que no existía hasta ahora en el Uruguay. Esta ley de hotelería que rige a nivel nacional se puede aprovechar gracias a una ordenanza que salió hace menos de un mes para el departamento de Maldonado, explica Miguel Camps, presidente de Argencons. Su empresa acaba de lanzar Dunas del Faro, un emprendimiento hotelero con aparts suites en la Playa Brava de José Ignacio que demandará cerca de u$s 16,5 millones.
Otros proyectos nuevos son Las Cárcavas, el primer emprendimiento de Eduardo Costantini (h) en el Uruguay. Cuando papá compró Las Garzas conocí esa zona y me encantó. Ese verano me quedé tres meses especialmente para buscar tierras y pensar un desarrollo de chacras para clientes argentinos, aunque también brasileños y europeos, cuenta Costantini (h). Luego de recorrer varios campos, finalmente se quedó con un loteo vecino al de su padre que tiene playa, bosque y cárcavas. Si querés vida social, en 20 minutos estás en José Ignacio. Tenemos un fondo de inversión que nos apoyó para comprar la tierra y hacer el desarrollo. Estimamos que el proyecto va a costar entre u$s 15 y 17 millones,incluyendo una posada, agrega. Los apenas 22 lotes que van de los u$s 400.000 a u$s 1,5 millones se ubican dentro de un predio de 52 hectáreas y tienen, en promedio 1,2 hectáreas cada uno. Las amenidades, la cancha de tenis que se inauguró este año y el beach house que se espera para el 2013 llevan el exquisito sello de Isay Weinfeld, el arquitecto brasileño autor también de Las Piedras Villa & Hotel Fasano, que se lanzó el verano pasado y ya vendió el 90% de los lotes de su primera etapa. Desarrollado por el grupo brasileño JHSF, las 480 hectáreas que se internan en La Barra son de lo más exclusivo en el balneario. Gran parte de esto se debe a la baja densidad del masterplan, con apenas 130 propiedades proyectadas para la venta, sostiene Eduardo Pimenta, socio de JHSF. Como quedan apenas dos lotes a la venta, la empresa acaba de lanzar la segunda fase, de 28 lotes de más de 5.500 metros cuadrados cada uno. Además, el hotel cuenta con 32 bungalows de entre 80 y 120 metros cuadrados.
La propuesta hotelera de Dunas del Faro innovará con sus apart suites pero siempre con la forma tradicional de inversión al costo de Argencons. Se lanzó hace dos semanas. En diciembre pasado, convocamos a un grupo menor y compramos la tierra. Son 8.000 metros cuadrados que se complementan con una cantidad de parque público que lo rodea, cuenta Camps refiriéndose a la tierra fiscal que funciona como colchón verde anexo al proyecto. A 6 km. de Dunas, sobre Laguna Garzón, tenemos Anastasio, un proyecto de chacras. Necesitábamos una opción sobre la playa como complemento ideal. Justo se dio que habilitaron la zona, apareció el lugar para el beach club y, simultaneamente, surgió el terreno para construir el hotel, desgrana y cuenta que la tierra la compraron en u$s 4,2 millones. Eso te da una incidencia de un poco más de u$s 1.200 el metro cuadrado. Y la inversión total es de u$s 16,5 millones. Por su parte, Terramar comercializa el edificio Q, en Punta Ballena, que comienza a levantarse. También Azure en la parada 40, ya en construcción, y Sierra Ballena, en la Barra en Montoya, con proyecto y desarrollo del estudio argentino AFRA. Sierra de la Ballena 1 se entrega en febrero. Son 16 departamentos que se venden de u$s 3.000 a 3.500 metros cuadrados. En marzo lanzamos Sierra de la Ballena 2. El edificio Q está en pozo, serán 30 unidades que arrancan en u$s 2.000 el metro cuadrado. Y más llegando a la Punta, en Laguna del Diario, estarán los dos bloques de cuatro pisos de Azure, que se venden desde u$s 2.400 el metro cuadrado, detalla Diego Roel, director de Terramar Península. En esa playa, muy cerca, el grupo Alvear está vendiendo los cuatro penthouses de Veramansa.
Otros lanzamientos que dan que hablar son el Art Tower, justo detrás del Conrad, diseñado por Carlos Ott y también resuena el reciclaje del ex Meliá a cargo de Atijas, ex socio de Weiss. Leyendas de Sol será otro estreno, que demandará una inversión de u$s 14 millones. Y sobre La Mansa hay una casa que va a ser demolida para hacer un nuevo emprendimiento, agrega Villamide. También se lanzaron las segundas etapas de Ocean Drive, de One y de Imperiale Punta del Este, todos proyectos de WSW. Le Parc y Silente, ambos desarrollados por empresas argentinas (Raghsa y Farallón, respectivamente), avanzan, igual que Tiburón III que lleva la firma del estudio de Mario Roberto lvarez. Del mismo estudio se lanzó Win Punta del Este, dos edificios de cinco pisos cada uno en la parada 31 de La Brava. Los departamentos, de tres y cuatro ambientes, se venden desde u$s 3.000 el metro cuadrado. La inversión estimada es de u$s 14 millones.

Normas a favor

El crecimiento hacia el norte se dio por un cambio en la reglamentación, que permitió nuevas construcciones y más altura en barrios antes vedados. Acá las leyes urbanas exigen muy bajo uso del suelo. La media es un 20% del uso de la tierra. El resto es verde, vegetación y amenidades, dice Weiss. Pero lo que se viene son los condo-hoteles, gracias a otra normativa. No tenemos la hotelería que condiga con el nivel de público. Nos faltan marcas. A partir de estas nuevas reglamentaciones, ahora tenemos también la estructura legal que permita este nuevo nicho. El máximo crecimiento en los próximos cinco años estará en esa línea, dice Sorhobigarat. Villamide cuenta en primera persona el temor porque esa burbuja de la que Uruguay quedó exenta, pueda llegar en algún momento. Estábamos muy preocupados, pero el Ejecutivo hizo una ley de promoción de viviendas de interés social, para clase media. Esto se da por dos motivos: porque hay una demanda insatisfecha allí y también para dejar descansar el segmento
premium. También se propuso el tema del condo-hotel, que ya está vigente. Estas tipologías tienen exoneraciones tributarias. Todo esto, a mi criterio, se hizo para evitar una mini burbuja. Porque si a todo el mundo se le ocurriera venir al mismo segmento de la misma manera, como es my pequeño, el mercado se saturaría y esa película ya la vimos el año pasado, sincera mientras explica que es más fácil lograr que 100 inversores pongan u$s 100.000 que uno solo, u$s 15 millones. Así es que cuando las buenas ubicaciones parecieran terminarse y el negocio tradicional, agotarse, los desarrolladores se las ingenian para que el sol de Punta se siga vendiendo y para que el balneario top de Sudamérica siga creciendo.