

Perjudicada por los aumentos de costos generalizados, la competencia de los importados y la demora de la economía para reaccionar, la industria activó ajustes de mano de obra en 2012 y redujo 1,9% la cantidad de horas pagas, movimiento que sin embargo resultó insuficiente para compensar la caída de 2,7% en la producción.
El resultado redundó en una pérdida de 0,8% de la productividad del trabajo en el sector el año pasado, según cálculos de Valor Data basados en el Sondeo Industrial Mensual de Empleo y Salario (Pimes), del Instituto Brasileño de Geografía y EStadística (IBGE), tras el crecimiento de cero en la eficiencia observado en 2011.
En un recorte por sectores, el cuadro puede parecer menos desfavorable, porque de los 18 segmentos industriales evaluados, diez aumentaron su productividad. Sin embargo, los economistas observan que esa ganancia se obtuvo mucho más a costa de reducción de personal que de aumentos de producción, un escenario que refuerza la evaluación de que 2012 fue un año perdido para la industria.
La única excepción sería el sector de madera, que produjo 8,8% más el año pasado, con una caída parecida, de 8,3%, en las horas trabajadas. Para 2013, la expectativa es que haya alguna recuperación industrial, porque el actual nivel de osciosidad de mano de obra permite avances en la producción sin más contrataciones.
El economista jefe del Instituto de Estudios para el Desarrollo Industrial (Iedi), Rogerio César de Souza, notó que el sector de madera tuvo un desempeño excepcional después de un débil 2011, cuando la producción encogió 0,5%, con fuerte contracción en las horas pagadas. Es un sector exportador que puede estar valiéndose de la competitividad dada por el cambio y la desgravación de la nómina salarial, dijo.
De Souza no ve con entusiasmo la suba de la productividad en ese ramo, ni en otros segmentos industriales, como calzado, textil y productos de metal. En calzados y textiles, la producción retrocedió 3,6% y 4,2%, en 2012, respectivamente, con caídas más fuertes, de 6,4% y 4,8%, en el número de horas pagadas, observó el economista jefe del Iedi.
Consideró que la decisión de desgravar la nómina de salarios ayudó a no profundizar la crisis en esos sectores, pero no fue suficiente para revertir la tendencia de caída de la producción porque todavía se mantiene fuerte la competencia con los importados.
Para De Souza, a nivel general, el aumento de la productividad en algunos sectores el año pasado no fue virtuoso porque fue consecuencia de despidos, mientras la actividad en las fábricas continuó retrayéndose.
Para 2013, la perspectiva de recuperación de la productividad del trabajo en la industria se basa en la trayectoria inversa a la que se observó a lo largo del año pasado, dijo Rafael Bacciotti, economista de Tendencias Consultora. Al haber frenado recortes en 2012 con la expectativa de una reacción futura de la economía, y debido a los altos costos laborales y a la escasez de mano de obra calificada, el sector no precisa aumentar la cantidad de empleados para aumentar la producción este año.
Con la recuperación del crecimiento, el nivel de empleo no sufrirá grandes alteraciones, agregó.










