

Amaya Moro-Martín regresó a España hace cinco años, después de pasar 11 años enseñando astrofísica en algunas de las mejores universidades en los EEUU.
Fue atraída a Madrid, de Princeton, con la ayuda del prestigioso programa Ramón y Cajal, una beca de cinco años de investigación que ofrece a los principales investigadores fondos generosos y un contrato permanente en España.
La beca de investigación de la Sra. Moro-Martín se acaba a finales de este año - pero la promesa de un contrato permanente se ha evaporado. El gasto en ciencia e investigación se ha recortado dramáticamente como parte del amplio programa de austeridad del gobierno español. Las universidades y los centros de investigación se quejan de que hay ocasiones en que no hay dinero ni siquiera para comprar guantes, batas de laboratorio y materiales básicos como nitrógeno líquido. Nuevos puestos para maestros, tales como el prometido a la Sra. Moro-Martín y otros miembros del programa Ramón y Cajal son pocos - una escasez que está incitando a los mejores jóvenes científicos españoles a abandonar el país o la investigación académica por completo.
Básicamente no tenemos esperanza de obtener un contrato permanente. No hay futuro para nosotros aquí, así que tenemos que partir, dice la Sra. Moro-Martín.
Después de cinco años en el Centro de Astrobiología en Madrid, al final de este año empacará para tomar una nueva posición en un centro de investigación del espacio en Baltimore, EEUU. Ella comenta que es una historia conocida: "Cuando caminas por mi centro estos días, puedes escuchar el eco del silencio. Hay un gran vacío."
El viernes, miles de científicos e investigadores jóvenes marcharán en las calles de Madrid, Barcelona y otras ciudades españolas para llamar la atención sobre su problema - y advertir sobre los riesgos que presenta al país la fuga de cerebros en el largo plazo.
Los críticos acusan al gobierno de socavar uno de los pilares clave de una futura recuperación económica.
"El mismo gobierno dice que nuestra economía debería estar basada en la innovación. Dicen que necesitamos innovación - pero entonces van y cortan los recursos para apoyarla," dice Anxo Sánchez, profesor de matemáticas aplicadas en la Universidad Carlos III en Madrid.
La controversia subraya un agudo dilema que se le presenta a muchos de los gobiernos que están cortos de dinero en el sur de Europa: cómo recortar gastos y bajar el déficit presupuestal sin afectar los proyectos económicos a largo plazo del país. En el caso de España, el gobierno ha ofrecido beneficios fiscales y otros incentivos al sector privado, en un esfuerzo por estimular a las corporaciones a gastar más dinero en investigación y desarrollo (I+D).
No queda muy claro, sin embargo, que estas medidas puedan compensar el daño causado a las universidades financiadas por el estado y los centros de investigación. El gasto del gobierno en investigación y desarrollo ha sido reducido en un 40 por ciento desde el 2009, aunque el presupuesto de I+D ya está por debajo de muchos otros países europeos.
El gobierno de Rajoy se encuentra bajo presión en dos frentes con un descontento público en aumento y un hervidero de problemas constitucionales en Cataluña. Bajo el régimen de austeridad actual, las universidades y los centros de investigación sólo pueden reemplazar una de cada 10 posiciones que queden vacantes - pero aun ese objetivo no se cumple: en el Consejo Superior de Investigaciones Científicas de España, que maneja más de 130 centros de investigación a través del país, sólo hay dinero para cinco nuevos puestos en el 2013 - una fracción de los 150 puestos que se espera queden vacantes este año.
Aparte del personal, los científicos se quejan de que el gobierno está retrasando fondos prometidos para la investigación; los científicos que recibieron becas de investigación el año pasado todavía están esperando ver algo del dinero prometido.
Si necesitas comprar equipo o contratar un técnico, estás definitivamente muerto, dice el profesor Sánchez. Es un gran problema. Los recortes son de tal magnitud que la totalidad de la comunidad científica se encuentra en una depresión.
El ministerio de economía de España - que se encarga de las políticas de investigación después de la abolición de un único ministerio para la ciencia - admite que hay problemas de financiamiento. Ha prometido un paquete financiero para aliviar este problema de flujo en el CSIC, y está trabajando en un estudio para determinar si España sufre efectivamente de una fuga de cerebros.
Aun así altos funcionarios han tocado la nota que irrita a los investigadores al insistir en la importancia de que los científicos adquieran experiencia fuera del país.
Con la gente que están perdiendo ahora están perdiendo décadas, dice la Sra. Moro-Martín, que es parte de un movimiento de base social para protestar contra los recortes. Hay algunas áreas de investigación en las que España es muy competitiva, pero en unos años esto se verá destruido.
Ella urge al gobierno que piense acerca del mensaje que está enviando a los estudiantes jóvenes de las escuelas y universidades. Estos recortes de presupuesto están socavando el potencial del país para cambiar su modelo económico, dice, Quién que esté en sus cabales va a querer dedicarse a la ciencia como ocupación?










