Brasil es el mayor proveedor global de azúcar desde 1995, cuando desbancó a la Unión Europea (UE) y Australia en las exportaciones de commodties. Ese negocio siempre fue liderado por tradings multinacionales, y desde hace al menos diez años la estadounidense Cargill era quien daba las cartas.

En la última cosecha (2012/2013), cerrada el 31 de marzo, las fuerzas cambiaron. La brasileña Copersucar asumió la delantera de ese mercado, como consecuencia de su propia estrategia agresiva de expansión y también de la decisión de Cargill de retroceder en ese frente, al menos temporariamente.

Copersucar, que a final del año pasado se había tornado el mayor trading de etanol del mundo, al comprar el control de la empresa estadounidense EcoEnergy, comercializó 8 millones de toneladas de azúcar en la temporada concluida el 31 de marzo, cerca de un millón más que en el ciclo anterior. El movimiento de Cargill, que llegó a 9 millones de toneladas en 2011/2012, cayó a cerca de 7 millones de toneladas, según fuentes del mercado. Las mismas fuentes dijeron que la multinacional tomó la decisión de retroceder después de las pérdidas registradas en la operación.

En una nota, Cargill informó que su estrategia está dirigida a negocios de mayor rentabilidad, con el foco en el margen de ganancia, y no solo en el volumen comercializado. La compañía afirmó que mantiene el liderazgo en azúcar, pero no reveló los volúmenes movidos.

Según fuentes del área, la estrategia de Cargill cambio después de que su lucro líquido cayera 56% en el ejercicio 2012, que comenzó en junio de 2011 y terminó en mayo del año pasado. Pesaron en ese resultado negativo pérdidas en azúcar y algodón. Esa habría sido la razón de la salida del ejecutivo líder del área de azúcar de la multinacional, Jonathan Drake, que estaba en la compañía hace 26 años.

Con Drake, abandonaron el barco casi todos los ejecutivos-llave de la operación. Cambió casi todo el comando. En Suiza, tomaron la delantera los traders de granos. En Brasil, también cambiaron las cosas y el liderazgo fue para la competencia, afirmó una fuente. En su auge, la estadounidense llegó a mover globalmente 12 millones de toneladas. A pesar de tener operaciones con diversas commodities en todo el mundo, cerca del 70% del azúcar que mueve Cargill tiene origen en Brasil. Se estima que 30% del volumen de la empresa proviene de entregas en la bolsa, con la liquidación física de sus posiciones compradas.

Otra cuestión que pesó es el propio cambio del mercado brasileño de producción y comercialización de azúcar: tradings se transformaron en ingenios e ingenios se fortalecieron en la venta directa al destino. Se estima que, solamente con la estrategia más agresiva de las competidoras Louis Dreyfus Commodities y Bunge en la compra de ingenios de caña en Brasil, entre 2009 y 2010, Cargill haya perdido ingenios-clientes que le vendían un millón de toneladas de azúcar.

Además, la empresa perdió espacio portuario. Se quedó con la mitad de la operación que tenía en la Terminal de Azúcar de Guarujá (Teag) después que Dreyfus compró Santelisa Vale y la llevó junto a la parte de la trading Crystalsev en la terminal. Cuando la sociedad en Teag era con Crystalsev, quien operaba era Cargill. Con el ingreso de Dreyfus, la estadounidense se quedó con 2 millones de toneladas de capacidad, dijo otro trader.

El apetito inferior de Cargill, cuyo ingreso global total alcanzó u$s 133.000 millones, coincidió con la mayor agresividad de Copersucar, que facturará R$ 16.000 millones en la cosecha 2012/2013. En las últimas tres cosechas, la brasileña aumentó la cantidad de azúcar con origen en Brasil de 5,2 millones de toneladas (2009/2010) a 8 millones de toneladas (2011/2012), con la producción garantizada de sus socias, que responden por más de 85% del total.

La empresa amplió la capacidad de su terminal portuario de 5 millones a 7,5 millones de toneladas y creó una compañía de flete marítimo con la mayor refinería del mundo, Al Khaleej Sugar (AKS), que le trajo la ventaja logística que faltaba.