

El actual ciclo de recuperación de la confianza de los empresarios del sector industrial es el más lento en los últimos 20 años, según datos de la Fundación Getulio Vargas (FGV) compilados por Itaú Unibanco. Entre noviembre de 2011 cuando el índice paró de caer después de 11 retrocesos seguidos y enero de este año, el ndice de Confianza de la Industria registró un alza de 5,16%.
En 2009, tras la brusca caída por la crisis financiera global, el indicador acumulaba una suba de 53%, pasados quince meses del inicio de la recuperación de confianza en el sector. Después de la crisis de 1998, y de la megadevaluación del real el año siguiente, la confianza de los empresarios avanzó 31%.
Para los analistas, la actual recuperación contrasta con ciclos anteriores, por el delicado contexto internacional.
La segunda etapa de la crisis global acentuó la perspectiva de que las economías maduras tendrán bajo crecimiento por un largo período de tiempo, mientras los emergentes, como China e India, también perdieron fuerza, con impacto directo sobre Brasil.
Al mismo tiempo, la pérdida de confianza fue menos intensa que en la etapa más aguda de la crisis de 2009, por ejemplo, lo que también ayuda a explicar la lentitud de la recuperación.
En el frente doméstico, la rápida recuperación de la recesión en 2009 hizo que los empresarios apostaran a un ritmo fuerte de la economía en los trimestres posteriores, con un aumento de la producción y de las inversiones.
Al mismo tiempo, el enfriamiento de la economía internacional frustró las previsiones y hubo una fuerte acumulación de stocks. Los economistas afirman hoy que los empresarios están más cautelosos con respecto a las expectativas, un escenario agravado por la lentitud con que la economía está ganando fuerza.
Para Aurelio Bicalho, del Itaú, en la actual etapa de la crisis, el alto e inusual nivel de incertidumbre en el ambiente externo dificulta las proyecciones de aumento de la demanda futura, lo que inhibe tanto el aumento de la confianza como la recuperación de la inversión, que suelen estar vinculados.
En los ciclos de recuperación, primera sube la confianza, la actividad reacciona de forma más intensa y el uso de la capacidad instalada aumenta, lo que genera una ampliación de las inversiones, dijo.
Actualmente, ese ciclo sigue valiendo pero tiene lugar de manera más gradual, porque la economía global atraviesa una etapa difícil y la reacción a los estímulos concedidos por el gobierno brasileño para animar la economía doméstica está ocurriendo más despacio de lo que se imaginaba.
La confianza aumentó, pero la economía no mostró una reacción a la velocidad esperada, y entonces los empresarios sintieron el golpe, afirmó Bicalho.
Con poca confianza en relación al ritmo de crecimiento, el espíritu animal del sector industrial, principal responsable de las inversiones, se retrae, lo que explica los cinco trimestres consecutivos de caída de la formación bruta de capital fijo (inversiones en máquinas y equipamientos y en la construcción civil) hasta septiembre, afirmó Luis Otávio de Souza Leal, economista jefe del Banco ABC Brasil.
Para De Souza Leal, la lenta recuperación de la confianza también está bastante relacionada al ciclo inmediatamente anterior, cuando el índice de confianza del sector industrial subió 53% en 15 meses desde febrero de 2009.










