El revuelto Gramajo es un plato tradicional sudamericano, específicamente de lagastronomía argentina y uruguaya, que combina ingredientes sencillos en una receta fácil y rápida, perfecta para un almuerzo o cena informal.
Este plato se dice que fue inventado por el coronel Artemio Gramajo en la ciudad de Buenos Aires a fines del siglo XIX. La combinación de huevos, papas y jamón crea un plato lleno de sabor y textura que puede ser adaptado fácilmente con ingredientes que usualmente tenemos en casa.
Ingredientes para preparar el revuelto Gramajo en casa
- Huevos: 6 unidades
- Papas: 3 medianas
- Jamón cocido: 200 gramos, cortado en tiras
- Cebolla: 1 mediana, finamente picada
- Aceite de oliva o girasol: Para freír
- Sal y pimienta: Al gusto
- Perejil fresco: Opcional, para decorar
Preparación:
Preparar las papas:
- Pelar las papas y cortarlas en forma de bastones finos, similar a las papas fritas.
- En una sartén grande, calentar abundante aceite y freír las papas hasta que estén doradas y crujientes. Luego, retirarlas y colocarlas sobre papel absorbente para eliminar el exceso de grasa.
Cocinar la cebolla y el jamón:
- En la misma sartén, reducir la cantidad de aceite y agregar la cebolla picada. Cocinar hasta que esté transparente.
- Añadir el jamón en tiras y saltear junto con la cebolla hasta que esté ligeramente dorado.
Agregar las papas fritas:
- Incorporar las papas fritas a la mezcla de cebolla y jamón en la sartén, mezclando bien para integrar los sabores.
Los huevos:
- Batir los huevos en un bol con sal y pimienta al gusto.
- Verter los huevos batidos sobre la mezcla en la sartén, cocinar a fuego medio, removiendo constantemente hasta que los huevos estén completamente cocidos y todo el conjunto tenga una consistencia de revuelto suave.
Servir:
- Una vez que el revuelto esté listo, retirar del fuego.
- Servir caliente, decorado con perejil fresco picado por encima para añadir un toque de color y frescura.
El revuelto Gramajo es una excelente opción para aquellos que buscan una comida completa y reconfortante en poco tiempo. Su versatilidad permite jugar con los ingredientes: se puede añadir pimientos, cambiar el jamón por bacon o incluso añadir queso rallado para una versión más indulgente. Disfruta de este plato clásico del Río de la Plata que nunca deja de satisfacer.