

La cocina española se destaca por su diversidad de platillos, tanto dulces como salados, ideales para todos los paladares. Entre ellos, los Raviolis fritos con salsa buttermilk son una opción rápida y deliciosa que puedes preparar en casa.
Este exquisito bocadillo se elabora en pocos minutos con ingredientes fáciles de encontrar en cualquier supermercado del país. Su preparación es sencilla y accesible para todos.
Raviolis fritos con salsa buttermilk: una receta fácil y deliciosa para compartir en casa
Los raviolis fritos con salsa buttermilk combinan texturas y sabores de manera deliciosa. Se rellenan con queso ricotta y espinacas, se empanizan y se fríen hasta dorarse. La salsa buttermilk, cremosa y suave, añade un toque ácido que realza el sabor del plato.
Este platillo es ideal para una cena informal con amigos o familiares, donde la buena compañía se mezcla con el aroma de la comida recién hecha. La preparación toma aproximadamente 30 minutos y es accesible para cocineros de todos los niveles.

¿Cómo preparar raviolis fritos con salsa buttermilk?
Para preparar unos deliciosos raviolis fritos con salsa buttermilk, comenzamos haciendo la salsa. Exprimimos el zumo de un limón y lo añadimos a un vaso de leche, dejando reposar la mezcla durante diez minutos. Así obtenemos una buttermilk casera, ideal para dar un toque cremoso y ácido a nuestros raviolis. Reservamos mientras preparamos el resto de ingredientes.
A continuación, pasamos a la salsa de tomate que acompañará nuestros raviolis. En una cazuela, calentamos un poco de aceite de oliva y agregamos un ajo machacado junto con tomate triturado. Cocinamos a fuego medio hasta que espese y ajustamos de sabor con una pizca de azúcar y albahaca fresca. Esta salsa será el complemento perfecto para nuestros raviolis fritos.
Finalmente, procedemos a empanar los raviolis. Los pasamos primero por la buttermilk y luego los cubrimos con pan rallado. Freímos en abundante aceite caliente hasta que estén dorados y crujientes. Una vez fritos, los colocamos sobre papel absorbente para eliminar el exceso de aceite. Servimos los raviolis espolvoreados con queso parmesano rallado y acompañados de la salsa de tomate que preparamos anteriormente. ¡Listo para disfrutar!












